Plan de choque de la DGT para frenar los accidentes: uno de cada cuatro conductores será sometido a controles de alcohol y drogas

La Dirección General de Tráfico (DGT) pondrá en marcha un plan inmediato de choque, que incluye un aumento de los controles en las carreteras, especialmente en las autopistas y un refuerzo de la seguridad de los motoristas y transportistas. El paquete especial de medidas viene motivado porque la mortalidad en las carreteras ha crecido un 16% en el primer trimestre del año. Han fallecido 261 personas, 36 más que en el mismo periodo de 2023.

Dado que los incrementos o descensos suelen rondar un 5% arriba, un 5% abajo, el aumento de un 16% es "excepcional" y ha encendido todas las "alarmas", según ha reconocido este viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la presentación del plan. La estrategia incluye la instalación de 95 radares fijos más -el 60% de tramo-, lo que supone un incremento del 12% sobre los 763 actuales.

Y se realizarán 400.000 controles preventivos más de alcoholemia, hasta alcanzar los seis millones al finalizar el año, a los que se suman 120.000 de drogas. El objetivo de esta medida es "evitar la sensación de impunidad" y que al menos uno de cada cuatro conductores sea requerido, en el plazo de todo el año, a someterse a algún tipo control en las carreteras para verificar si conduce bajo los efectos de estas sustancias. Además, se harán controles "masivos" para potenciar "la visibilidad" de esta medida, según ha detallado el ministro.

Motos camufladas

Asimismo, la plantilla de la Agrupación de Tráfico se incrementará con 150 nuevos agentes y habrá más vigilancia en las autopistas y autovías, donde se ha detectado un aumento del 50% de los accidentes. Hasta ahora, el 70% de las patrullas de la Guardia Civil se llevaban a cabo en vías convencionales, pero en Andalucía y Comunitat Valenciana se aumentarán los controles en las vías de alta capacidad hasta llegar al 50% -antes el 30%- y en el resto de comunidades, las patrullas se irán adaptando a la siniestralidad que se produzca.

También se pondrá atención especial a la seguridad de motoristas, con campañas de control y vigilancia los fines de semana de junio a octubre y motos camufladas, destinadas a vigilar los comportamientos temerarios, en las autonomías con más vehículos a dos ruedas y en las horas y vías de más siniestralidad. Es la primera vez que se usarán motos camufladas de vigilancia de forma generalizada.

El análisis de los siniestros

En cuanto a los transportistas, se aumentará la vigilancia los días laborables y se les realizará también más controles de alcohol y drogas. El motivo de aumentar la vigilancia de estas sustancias es que se ha detectado que en el primer trimestre del año se han producido siniestros más graves en los que ha jugado un papel importante el alcohol y la velocidad inadecuada. Y el resto de medidas han sido diseñadas en base al análisis de los siniestros mortales, que indica un aumento del 23% de los fallecidos en turismo y moto, así como una elevada participación en la mortalidad de los camiones.

Han crecido todos los tipos de siniestros, excepto los atropellos. Y el número de personas fallecidas en día laborable ha crecido un 29%, salvo en el caso de los motoristas, con un aumento del 43% de la siniestralidad en fin de semana. Al mismo tiempo, un 34% de los fallecidos no llevaba el cinturón. "No alcanzo a comprender por qué alguien toma una decisión tan irresponsable [...] tras 25 años de campañas. La mitad de las personas fallecidas sin cinturón se hubieran salvado si lo hubieran llevado", ha sostenido Marlaska.

En este contexto, el ministro ha hecho un llamamiento a la "cordura, la sensatez y la responsabilidad compartida" porque "una imprudencia" puede costar vidas. "No podemos permanecer impasibles, es imperativo romper esta tendencia al alza de mortalidad vial", ha sentenciado.