Joel ya está en casa. El joven de 14 años, residente de Benalmádena, que tiene una parálisis cerebral de nacimiento, ya está haciendo progresos físicos y mentales gracias al trasplante de células madre que le realizaron en la Clínica alemana X-Cell Center.

Una semana después, su espasticidad ha comenzado a disminuir y, gracias a los ejercicios que debe realizar para estimular sus neuronas, ya consigue casi gatear y pronunciar palabras de forma clara.

Marcelo, su padre, que le acompañó en todo momento durante su estancia en tierras germanas, cuenta que el trato recibido allí fue «muy profesional» y estuvieron «muy a gusto. Ahora estamos muy felices, ya en casa, y es como empezar a descubrir de nuevo a Joel. Hay que ayudarlo para que empiece a hacer todo lo nuevo que nunca ha hecho hasta ahora», indica.

El pequeño, que según su padre «tiene mucha fuerza de voluntad y está impaciente por empezar a hacer cosas», ha conseguido bastantes progresos. «Ahora balbucea más, se intenta apoyar para arrastrarse, pronuncia palabras con más claridad que antes y también las repite más: por ejemplo, la palabra no, la dice con una claridad asombrosa y ahora le resulta más fácil pronunciar otras más largas, como agua», cuenta emocionado. «Concretamente, la palabra avión jamás la había dicho y ahora la pronuncia sin problema. Para nosotros es increíble y estamos alucinando», explica.

Además, «tiene más fuerza en los brazos, quiere ponerse de pie y come mucho más que antes. Él es consciente de todo y se nota algo diferente, pero no lo sabe explicar».

Progresos

Los médicos insisten en que los progresos son paulatinos, pero las células madre tienen un periodo máximo para su regeneración, que es de ocho meses. A partir de ahí el proceso está completado y en ese tiempo se han generado nuevas neuronas en el tejido cerebral dañado. Para ayudar en los avances, es necesario estimular al cien por cien sus neuronas, que ahora mismo no tienen información.

Por ello, los médicos dieron a Marcelo una serie de ejercicios que Joel debe realizar. Movimientos faciales, de columna, en los brazos, las piernas. Por ahora no se sabe hasta dónde podría llegar, pero sus padres esperan que hablar y caminar sea uno de los retos que supere.