Emotiva y multitudinaria concentración la que tuvo lugar ayer en el patio del colegio público Pablo Ruiz Picasso en favor de quien hasta el pasado día 6 de diciembre era su monitor de apoyo administrativo, Javier Bravo. Unas 300 personas, entre alumnos, padres y profesores del centro, participaron en la protesta para reclamar a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía la readmisión de este trabajador, con ocho años de experiencia en esta infraestructura educativa fuengiroleña.

El acto fue convocado por la Asociación de Madres y Padres y refrendado por el claustro de profesores del centro y, durante el mismo, se pudieron leer pancartas en favor del extrabajador, así como criticando la situación que viven el resto de monitores de apoyo administrativo que existen en Andalucía, unos 840.

«Javier hace una labor importantísima en nuestro colegio y que es muy necesaria. El funcionamiento del centro ya se está viendo afectado y no sabemos si cubrirán esta vacante. Si lo hacen, esperamos que sea con él», manifestó ayer la vicepresidenta del AMPA del Picasso, Susana Cortés.

Este colegio costasoleño cuenta con más de 220 alumnos, entre Infantil y Primaria, y según su director, David Cárdenas, el trabajador despedido «conoce perfectamente a todos ellos y a sus padres», puesto que realiza tareas de inscripción de los menores, entre otras cosas.

El máximo responsable ensalzó el trabajo de estos profesionales, que como explicó, se adaptan a las circunstancias y necesidades de cada centro.

«En el caso de Javier, es técnico informático y siempre ha mostrado su disposición absoluta a colaborar en cuestiones de informática. Por eso, entre otras cosas, nuestra comunidad educativa quiere luchar por reconocer su labor, mejorar sus condiciones de trabajo y que Javier sea readmitido», recalcó.

Por su parte, el protagonista de esta concentración agradeció el apoyo y el cariño demostrado por sus compañeros de trabajo, padres y alumnos del colegio Picasso.

«La verdad es que estoy muy contento con el apoyo que estoy recibiendo por parte de todos los que forman parte del colegio y de los compañeros de otras partes de Andalucía. Siempre quedan esperanzas de volver a trabajar en lo que llevo haciendo desde hace casi ocho años. Ni yo ni mis compañeros que están en la misma situación hemos parado de luchar», afirmó.