­El Ayuntamiento de Mijas reconoció ayer que estudió la posibilidad de reducir los aparcamientos en beneficio de los espacios viarios para peatones y el tránsito rodado en varias calles de Las Lagunas, donde un hombre amenazó el lunes con quemarse a lo bonzo si comenzaban las obras.

Sin embargo, ante el rechazo vecinal, el propio Ayuntamiento de Mijas celebró una reunión el 9 de febrero con representantes de los residentes de la zona en la que consensuó con los vecinos del entorno de la calle La Unión un plan de reforma de nueve vías que fuese del agrado de la mayoría. En el mismo no se contempla la eliminación de plaza alguna de aparcamiento en superficie.

El Consistorio justificó así su sorpresa por los acontecimientos del pasado lunes, en los que un vendedor de la ONCE, Lázaro Gutiérrez, amenazó con quemarse a lo bonzo en protesta por la reforma de dichas calles. Otros ciudadanos de la misma zona explicaron que esa reacción fue «desproporcionada a lo que viene a ser una protesta vecinal». Pero al mismo tiempo aseveraron que Lázaro actuó desde un primer momento «como portavoz de los vecinos, porque tiene un taller en la calle donde iban a empezar el lunes las obras».

Una vecina agregó que Lázaro se tiró «a lo loco, con gasolina, porque tampoco se entiende que pongan en marcha las obras de nueve calles casi a la vez, de manera que al estar todas levantadas las familias no tienen dónde aparcar ahora».

Al hombre, que fue arrestado e imputado por un supuesto delito de desorden público, le tocó ayer prestar declaración ante el juzgado número cuatro de Fuengirola.

Al filo del mediodía se personó en las dependencias judiciales y quedó posteriormente en libertad con cargos, a la espera de que la próxima semana sea dictado el correspondiente auto. Todo apunta a que deberá responder a una «falta leve». Cabría la posibilidad de que el Ayuntamiento exigiese alguna cantidad en concepto de daños, pero según el propio Lázaro Gutiérrez dicha opción está descartada: «Las autoridades me han explicado que esté tranquilo, que eso no va a ocurrir».

Mientras tanto, debido a las intensas precipitaciones de ayer, los trabajos que tenían que haberse puesto en marcha el lunes no han comenzad0. El Consistorio confirmó así que las obras en la calle San Mateo arrancarán en los próximos días, pero sí continuaron ayer las labores en la calle San Ignacio.

Vecinos de la zona como Pedro Aguado respaldaron ayer la protesta. «Hemos apoyado a Lázaro, al igual que lo hicieron el pasado viernes los grupos que forman la oposición en el pleno, porque no entendemos muy bien por qué se van a levantar en este momento estas calles. En concreto, en la que afecta a este hombre, hay una pendiente que no justifica la reforma en base a unas supuestas deficiencias en materia de saneamiento. Más bien hemos coincidido muchos vecinos en ver que se trata de un fin electoralista el que hay detrás», agregó.

Como este vecino, otros testigos de la movilización del lunes indicaron que se podía haber evitado el intento de inmolación, ya que el viernes se emprendió una recogida de firmas, «alertando de que si esta semana empezaban a trabajar las máquinas habría una acción contundente».