La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada al tráfico de hachís a gran escala que operaba entre España, Estonia, Polonia y Rusia con vehículos preparados con dobles fondos para evitar ser detectados en la frontera. La operación, que ha contado con la colaboración de la División de Drogas del Servicio de Aduanas de Estonia, ha permitido detener a 15 personas, siete de ellas en Estonia, tres en Polonia y cinco en España, entre ellos el líder de la organización que vivía en Benissa (Alicante) y se desplazaba regularmente a Fuengirola para comprar el estupefaciente. Según ha informado la Dirección General de la Policía (DGP), la investigación arrancó en Estonia el verano de 2014, cuando el servicio de aduanas de este país detectó el tráfico de grandes cantidades de hachís desde España a Estonia, Polonia y Rusia. En marzo de 2015, las autoridades estonias solicitaron ayuda a la Policía Nacional y la colaboración permitió localizar objetivos estonios y rusos en Valencia y distintos pueblos alicantinos. El líder del grupo organizado, según la DGP, residía en la localidad de Benissa, desde donde se desplazaba periódicamente a Fuengirola para reunirse con otros ciudadanos de origen marroquí a quienes encargaba la droga.

Poco después, los agentes descubrieron que en un chalé de una localidad valenciana se estaba preparando un vehículo para incorporarle un doble fondo. Al parecer, un miembro de la organización de origen ruso lo conduciría hacia Bielorrusia a través de Polonia desde nuestro país. Comprobada la información, los investigadores se pusieron en contacto con las autoridades competentes a través de Europol, siendo detenido en la frontera de Polonia y Bielorrusia con 105 kilogramos de resina de hachís. Otro vehículo, esta vez conducido por una mujer y un hombre que viajaban en compañía de un menor desde España y con dirección a Rusia, fue interceptado en la frontera con 200 kilogramos de hachís en un doble fondo. Como resultado de las investigaciones realizadas en España, los investigadores efectuaron siete entradas y registros en Valencia, Benissa, Altea, Calpe y Moraira, interviniendo sustancias estupefacientes, material para su empaquetado, dos revólveres, munición, tres relojes de alta gama valorados en más 100.000 euros, varios coches de lujo, 20.000 euros en efectivo y bienes adquiridos con los beneficios de su actividad ilícita. Por otro lado, en Estonia, se realizaron 18 registros más, tras los cuales resultaron arrestados siete miembros de la organización. En total se han intervenido 1.200 kilogramos de hachís en diferentes puntos de Europa.