Torremolinos quiere mostrar su pasado. Mucho más allá de la ciudad moderna que se erige en uno de los principales destinos turísticos de Andalucía, el actual equipo de gobierno está dispuesto a rescatar el carácter prehistórico del término municipal e incluso conducir a sus miles de turistas hacia el entorno medioambiental que conecta, como en pocas localidades, unas playas únicas y cotas, tierra adentro, de hasta más de 500 metros de altitud. La ruta que se denominará Camino de Agua incluso mostrará los magníficos manantiales que brotan, sierra arriba, a pocos kilómetros del litoral.

El itinerario en cuestión, presentado como prometedor elemento turístico en la reciente edición de Fitur, en Madrid, se mostrará como «ruta senderista mixta urbana-vereda». Permitirá enlazar la playa de El Bajondillo hasta llegar al puerto del Canuto, situado a 526 metros de altitud, y los Corrales de Caliche. De ahí conectará con la Gran Senda de Málaga hacia Benalmádena y Alhaurín de la Torre, y con la Senda Litoral de Málaga, de 180 kilómetros, la que unirá Nerja y Manilva a través de senderos ideales para pasear a pie o en bicicleta.

Esta ruta tendrá una longitud seis kilómetros, de los que 1.817 metros discurrirán por tramo urbano y 4.211 metros por senderos rurales. De dificultad media-baja, los turistas y visitantes en general podrán recorrerla en unas dos horas.

Las obras para instalar las señales orientativas o mejorar los correspondientes tramos se ejecutarán durante los próximos meses, según explicó el alcalde torremolinense, el socialista José Ortiz.

Para el regidor se trata de reinventar, recualificar y diversificar, aún más, la oferta turística del municipio. De hecho, en los últimos meses también se ha intensificado la labor de difusión del municipio como destino ideal para el turismo deportivo, tal y como ha argumentado a este periódico el edil de Deportes, César Carrasco (PSOE).

El concejal ha indicado que la gran Senda de Málaga, en su etapa 34, recorre durante 4,2 kilómetros la sierra de Torremolinos, «enlazando Benalmádena y Alhaurín de la Torre». Además, la Senda Litoral de la provincia dispone de un trazado de 6,2 kilómetros a través del «arenal que constituyen las extensas playas del municipio».

En este caso, el itinerario une los límites costeros del municipio con Benalmádena y Málaga capital. «Recuperamos la sierra de Torremolinos como activo turístico y a través de ella la historia viva, las raíces y el reencuentro del municipio con su pasado». agrega el alcalde torremolinense.

Para Ortiz, los enclaves de mayor altitud del municipio revelan magníficos miradores naturales sobre la Bahía de Málaga, donde se localizan antiguas conducciones y acequias de agua.

Así se muestra en la exposición al aire libre, abierta en la plaza Costa del Sol bajo el título de «Torremolinos: Camino del Agua» y que va a permanecer instalada hasta el próximo mes de junio y pretende, precisamente, divulgar los numerosos encantos medioambientales de esta ciudad costasoleña, como concluyó el propio regidor.Algunos de los visitantes que ya han disfrutado de esta muestra, a modo de anticipo a lo que constituirá la ruta, pueden descubrir, entre otros aspectos, la historia de la localidad a través de una veintena molinos bataneros, harineros e «incluso de molienda de metales que a lo largo de cuatro siglos y desde el siglo XV fueron floreciendo a lo largo de cauce, el eje vertebrador de la vida, la actividad y la trama urbana del Torremolinos antiguo.

Pero también aparece en todo su esplendor la biodiversidad de Torremolinos, con sus distintos ecosistemas: el litoral, el más urbano y los de a pie de montaña, montaña y alta montaña.