Este año está celebrando veinte años de alternativa. ¿Ha cumplido un sueño o el sueño es el que se hizo realidad?

He superado con creces el sueño que tenía de niño. El primero era sólo poder tomar la alternativa. Después son tus propias aspiraciones las que se van convirtiendo en nuevos retos. Soy de los que creen que uno en la vida se pone las metas y, tal como las va alcanzado, las renueva.

¿Hoy cuál diría que es la próxima?

Continuar sintiéndome a gusto delante del toro y disfrutar de mi profesión. La motivación es sentirme torero y vivir toreando.

Aún así, ponerse nuevos restos no dejará de ser un hándicap.

Pero es la única forma de no estancarte. Cuando en el toro se piensa que se han cumplido todos los sueños, o se han satisfecho las aspiraciones, posiblemente sea un síntoma de estancamiento.

¿Quiere decir que cuando un torero se corta la coleta es porque ha llegado al extremo del hastío?

Pueden existir muchas causas para un retirada pero, seguramente, muchos de los toreros que deciden retirarse lo hagan porque piensen que ya no pueden avanzar, han llegado a un tope o se sienten incapaces de aspirar a más. Pero cuando te sientes pleno, motivado y buscas nuevas aspiraciones es porque aún te ves capaz de mejorar lo que has hecho.

¿Qué le retiraría?

En estos momentos no encuentro ninguna respuesta o sólo habría una: la necesidad de poder pasar mas tiempo con mi familia.

Algunos críticos aseguran que se le admira por su técnica e inteligencia en el ruedo y su poderío ante el toro ¿Con qué imagen le gustaría ser recordado?

Simplemente con la de haber conseguido emocionar con mi toreo o que fui un torero que emocionaba en la plaza. Lo más importante en la vida está más allá de lo que hagas puntualmente en tu profesión. La modestia y la humildad es lo que más valoro. Así me han educado e intento trasmitirlo. No me gusta que me echen flores. Incluso cuando lo hacen me sigo ruborizando. La verdad es que me cuesta hablar de mí o de mis logros.

Dos décadas de alternativa dan para muchos cambios. ¿Tantos en su mundo? ¿Se ha hecho más o menos negocio, más o menos pasional, más o menos...?

Ha cambiado en muchos aspectos, aunque parezca que nunca lo haga porque todos los continúan viendo como algo muy tradicional o los propios toreros piensen que lo pueden mejorar. Sin embargo, ahora existe una mayor perfección, una mayor limpieza de formas.

¿Le queda pendiente otro mano a mano con José Tomas?

Por mí no hay inconveniente.

Sería poder ver dos forma de entender los toros. Pero usted que destaca por las formas y habla del toreo como hecho artístico ¿cómo explicaría toreros como Tomás que hablan de la muerte como si jugaran con ella?

Cada torero tiene una forma de ver el arte y por eso está también la variedad. Pero el riesgo no es del torero, el riesgo lo pone el toro. Nosotros lo interpretamos. Cada uno lo ve de una u otra manera.

El otro día reaparecía en Barcelona en un momento crucial sobre el debate de la prohibición de los festejos taurinos. ¿Toda esa polémica de toros sí, toros no, cree que no deja de tener mucho de manipulación política?

Es un tema que viene de lejos y que han movido Esquerra Republicana y Convergencia, que juega a dos bandas. El nacionalismo catalán ve al mundo de los toros como representación o imagen de España. Eso está clarísimo. Pero en Cataluña ha habido una gran afición. Es cierto que la gente no acude mucho a los toros, pero también que los medios no hablan de ellos, ni hay carteles por las calles.

¿Y ya que hablamos de política eso quiere decir que en los toros también hay derechas e izquierdas?

Política hay en todo el mundo. Pero, si se refiere a los toreros, somos gente que desde muy joven lo único que hemos hecho ha sido torear y entrenar. Somos apolíticos. Los toreros no hablan de política. El toro no entiende de política sino de arte.