En su último libro, el periodista pone voz a uno de los grandes filósofos en ´Autobiografía apócrifa de Ortega y Gasset´. De la pluma del recordado presentador de informativos de Antena 3 saldrán también la batalla acerca de Gibraltar. Y es que, aunque ya no está en primera línea pública, frente a las cámaras, José María Carrascal no ha dejado de ser un informador inquieto

¿Por qué ha elegido la figura de Ortega para su nuevo libro?

Me considero un nieto de los orteguianos. Ortega me acompaña desde que yo tenía 14 años, cuando leí su primer libro, Personas, obras, cosas, y echaba en falta un libro que bajara a Ortega al nivel de la calle. Ortega es un filósofo, un literato estupendo pero la gente sabe muy poco de él. Entonces lo mejor es contar su biografía unida a su obra.

¿ Le resultó difícil convertirse en la voz del propio filósofo?

Ortega y Gasset intentó dos veces escribir sus memorias y abandonó enseguida. A mi me ha llevado cuatro años pero me ha resultado relativamente fácil porque es un escritor que va dejando rastro de su vida. Ha dejado una enormidad de datos a través de cartas, anécdotas, crónicas. Había que agavillar ese material y después, lo más difícil realmente: ponerlo como si fuera escrito por Ortega y así salió el libro. Desde luego, yo he pagado mi deuda con Ortega y Gasset con este libro.

¿ Qué le debía entonces al filósofo, señor Carrascal?

Yo y muchos otros de mi generación aprendimos a pensar con Ortega, no había muchos intelectuales en aquella España cerrada de los años 40. A mi me deslumbró cuando estudiaba el Bachillerato en Lugo. A partir de ahí no he dejado de seguirle.

«Ortega quiso mucho y lo consiguió incluso en sus fracasos», dice usted en el libro.

Su vida era una frustración constante, todo lo que intentó le salió mal, empezando por la política. Él quiere decirle a los políticos lo que tienen que hacer y va fracasando en todo.

Según iba ahondando en esta autobiografía apócrifa se dio cuenta de que la vida de Ortega es la historia de la primera mitad del siglo veinte de nuestro país.

Ortega crece con la conciencia del fracaso del 98 pero pertenece a la generación del 14. Habla ya de europeizarse y dice su famosa frase: «España es el problema, Europa la solución». Participa desde muy joven en la vida pública española y no deja de hacerlo nunca. Tras las angustias del 98 había surgido un ansia de regeneración, y regeneración era inseparable de europeización. Es una figura fundamental sin la que no se entendería esa parte de la historia de España.

Es usted un apasionado de la escritura. ¿Qué nuevos proyectos tiene en cartera?

Tengo un libro muy adelantado sobre la batalla diplomática de Gibraltar en los años sesenta. Yo la viví en la ONU, tenía el despacho allí en mis tiempos de corresponsal y conservaba todas mis crónicas escritas de los debates. Se titulará La batalla diplomática de Gibraltar, cómo se ganó y cómo se perdió. También trabajo en otra novela.

¿Tiene fechas para publicar estos próximos textos?

Yo creo que el de Gibraltar que le acabo de mencionar saldrá hacia 2012, antes de que cumpla el tercer centenario del Tratado de Utrecht, que coincide en 2013.