Historias de Málaga

Eduardo Frápolli, un concejal malagueño en el exilio

De ascendencia paterna hispano suiza, Eduardo Frápolli Ruiz de la Herrán (1896-1982) fue concejal de Málaga y representante en México del Gobierno republicano en el exilio

Eduardo Frápolli en el exilio en México en 1945 con su mujer, Carmen Domínguez Sell y su única hija Victoria Frápolli.

Eduardo Frápolli en el exilio en México en 1945 con su mujer, Carmen Domínguez Sell y su única hija Victoria Frápolli. / ARCHIVO FAMILIA FRÁPOLLI

Antonio Lara Villodres

Antonio Lara Villodres

Entre los cientos de individuos que ha honrado con sus servicios al Ayuntamiento de Málaga a lo largo de su historia, cabe señalar a un sencillo y honesto hombre que por circunstancias de la vida tuvo que dejar su tierra y trabajo y emigrar a México: nos referimos a Eduardo Frápolli y Ruiz de la Herrán.

Eduardo Frápolli nació en Málaga el 16 de julio de 1896, en el seno de una modesta y desahogada familia de artesanos de la piedra, de ascendencia italo-suiza, asentada en nuestra ciudad desde mediados del XIX. Era hijo del escultor Aquiles Frápolli Ricca, natural de Sevilla y de María Victoria Ruiz de la Herránz y Spiteri de conocida familia de notarios de Málaga. Sus primeros estudios los llevó a cabo en Málaga y los mercantiles en la Escuela de Comercio de la calle Juan José de Relosillas (actualmente Beatas).

Posteriormente realizó Derecho y se desconoce la Universidad, aunque intuimos que pudo ser la de Granada. Su madre, al quedar viuda muy joven, solicitó la administración de un local de Loterías, instalado en la plaza de la Constitución, nº 46, en el que estuvo una serie de años.

En agosto de 1923 fue nombrado cónsul de Portugal en nuestra ciudad, con sede en su propio domicilio. En noviembre de ese año, fue designado profesor interino encargado de la cátedra de Estudios Superiores de Geografía, en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles en Málaga. Igualmente ingresó en 1927 como socio del Rotary Club de Málaga, con sede en el Hotel Regina, del que fue su secretario y representante del comité de relaciones internacionales. Como miembro procuró que el Rotary Club fuera conocido a través de los medios gráficos de comunicación locales y nacionales en revistas como Vida Gráfica o La Unión Ilustrada.

Entre los múltiples cargos directivos que desempeñó, destaca el de presidente del Centro Hispano-marroquí, situado en la calle del Císter, en el que desarrolló una ingente labor; el de tesorero del Colegio pericial Mercantil. Igualmente fue miembro de número de la Sociedad Económica de Amigos del País durante años y su secretario. También fue delegado presidente de la Cruz Roja local, miembro y colaborador de la Liga Española de los Derechos Humanos y uno de los impulsores del primer Congreso Iberoamericanos de Oceanografía celebrado en Málaga.

Documento de refugiado en Francia de Eduardo Frápolli. | ARCHIVO FAMILIAR

Documento de refugiado en Francia de Eduardo Frápolli. / ARCHIVO FAMILIA FRÁPOLLI

Su faceta como político tuvo sus inicios primero como edil del Ayuntamiento de Málaga, influenciado por su padrastro Eduardo Palanca Quíles. Fue concejal por el distrito cinco, durante las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 en las que logró 1.713 votos y estuvo la cargo de la delegación de Parques y Jardines y posteriormente de la de Bomberos. Durante aquel periodo compatibilizó su labor de concejal con la de abogado.

Quema de conventos

Días posteriores a la conmemoración de la República, grupos de exaltados atacaron los conventos e iglesias con ánimo de destrozar todo aquello que les imprimía odio y rencor. Por aquellas fechas estaba de gobernador civil interino el presidente de la Diputación de Málaga Enrique Mapelli, conocido republicano, quien al conocer las tentativas de asalto a los conventos de la Sagrada Familia y de Barcenillas, se acercó, acompañado de conocidos políticos malagueños entre los cuales se encontraba Eduardo Frápolli.

Estos junto al señor Mapelli intentaron apaciguar los ánimos de aquellos grupos de incontrolados y consiguieron llevarlos hacia el Gobierno Civil. Un episodio espantoso que corrobora los momentos vividos por la población a lo largo de aquellos días de incertidumbre y desasosiego.

En enero de 1932 es nombrado sexto teniente alcalde del Ayuntamiento de Málaga. Ese mismo año, intervino como abogado defensor en el indulto que le concedió el Gobierno de la República a un conocido bandolero, individuo que estaba en la cárcel de Figueras (Cataluña) cumpliendo pena por haber dado muerte a dos guardas.

Adscrito al Partido Radical, participó en las elecciones del año 1933, para diputado a Cortes celebradas en diciembre. En ella se presentó como candidato por la provincia de Málaga en la primera vuelta, por el Partido Republicano Radical. Y en la segunda, por la Coalición Radical-agraria.

A lo largo de aquella etapa como diputado en la capital de España fue designado para varias comisiones y ocupó varios cargos parlamentarios en el hemiciclo entre ellos, el de secretario tercero de la mesa y jurado parlamentario, en el Tribunal de Responsabilidad.

El 19 de noviembre de 1933, se celebran las elecciones a nivel nacional en las que triunfa el Partido Radical de Lerroux. Posteriormente en 1934, esta formación pacta con la derecha representada por la CEDA, lo que generó un gran descontento en las filas radicales. Un ejemplo fue lo ocurrido en el Ayuntamiento de Málaga, en el que la minoría radical formada por el alcalde Entrambasaguas y los concejales Pérez Texeira, Alva Varela, Frápolli, Benjamín Giner y Domingo del Río entre otros, experimentó un brusco giro político y firmó un manifiesto de repulsa ante del pacto entre las dos agrupaciones políticas. Con la salvedad de que abandonarían el partido si proseguía el pacto anti natura, como así sucedería poco tiempo después.

Efectivamente, todos aquellos radicales que se manifestaron pasaron a constituir las filas del nuevo partido de la Unión Republicana fundado por Martínez Barrio. Eduardo Frápolli ejerció en él las tareas de secretario de la sede local del mismo, y su presidente, el ex alcalde Federico Alva Varela.

Eduardo Frápolli, hombre ciertamente preocupado por la cultura y la economía de su ciudad, fue uno de los impulsores en 1935 de un Centro de Estudios del Mar que por desgracia no cuajó debido a los acontecimientos de la Guerra Civil. Ese mismo año, nuestro personaje fue encausado por delito de Imprenta por el Tribunal Supremo en Madrid, como consecuencia de haber realizado un escrito contra el fascismo italiano, aunque poco después su expediente fue anulado.

Gana el Frente Popular

El 16 de febrero de 1936, en las elecciones generales desarrolladas en toda España, el Frente Popular resulta ganador y con ese mismo resultado se despierta nuestra ciudad. La opción republicana vencedora y representantes de los partidos obreros aglutinan a Izquierda Republicana y Unión Republicana, quienes habían obtenido tres diputados por la capital y dos por la provincia, es decir: Federico Alva Varela y nuestro personaje Eduardo Frápolli que volvió a salir elegido como diputado a Cortes por Málaga. Obtuvo 79.029 votos.

En la sesión a Cortes del 25 de marzo abierta por su presidente Martínez Barrio y la asistencia de unos cincuenta diputados se aprobó el acta de la sesión anterior. Acto seguido se pasó al orden del día en el que fueron aprobados los dictámenes de la Comisión de incompatibilidades, y se proclamaron diputados los siguientes: Luis Velasco Damas por Málaga capital y los señores Federico Alva Varela, Eduardo Frápolli, Vicente Sarmiento Ruiz y Federico Casamayor Toscano por la provincia de Málaga.

Ya en estas fechas trabajó como catedrático, una labor de la que no tenemos datos. Estuvo en este puesto hasta el año 36. En una de las incursiones de la aviación nacional contra Málaga y según las noticias del diario local republicano El Popular del 5 de enero de 1937, el diputado a Cortes Eduardo Frápolli sufrió heridas de metralla de consideración en ese bombardeo.

Cuando se supo la noticia, su residencia de la calle Lorenzo Cendra, nº 8. recibió incontables muestras de afecto de amigos, políticos y vecinos. Poco tiempo más tarde, repuesto de las heridas, sale del cerco al que estaba sometida la ciudad junto a su madre, su prometida Carmen y algunos amigos.

Tras algunas paradas en el camino exigidas por su estado de salud y otra obligatoria de asistencia médica en Vélez Blanco, parte el 30 de junio de 1937 en dirección a la ciudad del Turia. A su llegada a Valencia, de urgencia, es hospitalizado durante algunos meses y como muchos políticos y refugiados allí congregados, queda a la espera del desenlace del conflicto. Sin embargo las tropas de Franco ya operan cerca y se espera la ocupación de la ciudad en pocos meses.

Ese año fue nombrado delegado del Gobierno en la Compañía Nacional Telefónica en Valencia cargo en el que sólo estuvo un año. A su vez, el Gobierno del general Franco mediante el BOE de fecha 22 de diciembre, le separa del servicio de la enseñanza y le inhabilita para cargos directivos y de confianza en instituciones culturales.

El malagueño fue tercer secretario del Congreso y siguió como secretario en el exilio. | ARCHIVO FAMILIA FRÁPOLLI

El malagueño fue tercer secretario del Congreso y siguió como secretario en el exilio. / ARCHIVO FAMILIA FRÁPOLLI

Más tarde y empujado por los acontecimientos de la guerra, pasó a Barcelona. Allí participa en la última reunión parlamentaria de las Cortes republicana celebrada en el castillo de Figueras. En ella, actuó como tercer secretario de la Mesa de las Cortes. Desde allí, cruza la frontera en dirección a París, donde el 6 de enero de 1939, fue nombrado director de la Agencia del Patronato de Turismo de la capital francesa. El 2 de febrero de ese año, se dio de baja como diputado y dos días más tarde, el presidente de la República Manuel Azaña, el de las Cortes, Diego Martínez Barrio y el presidente del gobierno Juan Negrín, junto a los presidentes de los gobiernos autonómicos vasco y catalán, miembros del Tribunal Supremo, del Superior de Justicia,etc...se trasladan a Francia y con ello el exilio.

Por la correspondencia y documentación que tuvimos la suerte de manejar gracias al ejercicio de generosidad de Victoria Frápolli (su hija) conocimos que nuestro personaje tras escapar de Barcelona, cruzó la frontera y se instaló en Francia, en la calle Vanguar, 148. La entrada de Alemania en Francia en 1940, supuso la ruptura de los acuerdos establecidos previamente con Vichy.

Exilio en México

Esta situación obligó al desplazamiento de todo el Gobierno de la República en el exilio, al sur de Francia, a Marsella. Nuestro personaje y familia, en este caso, se alojan en el hotel Europa, de la calle de Recoletos, 22. Tras un largo periodo de incertidumbre y alto riesgo por las incursiones de miembros de la Gestapo, logra embarcarse en el paquebote Nyassa en septiembre de 1942 rumbo a México junto a su esposa e hija.

Como alto funcionario del Gobierno de la República se refugia allí y recibe toda la ayuda ya no solo institucional y política sino también de residencia, en un conocido inmueble llamado Ermita, en el que vivieron una serie de años junto a conocidos malagueños como Manuel Altolaguirre. Inicialmente y, a pesar de la asignación del J.A.R.E, la familia, pasó años de cierta estrechez económica hasta que a Eduardo Frápolli le facilitan un trabajo como docente.

Como uno de los secretarios del Gobierno de la República instituido en México, a lo largo de sus años de exilio, asistió en calidad de secretario a todos los actos que se celebraron desde un primer momento.

Y refiriéndonos a actos y reuniones, el 1 de agosto de 1945, en el Teatro del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México se produjo uno de ellos. Posteriormente, los días 7 y 8, hubo otras reuniones en las que asistieron todos los comités de los partidos y se tomaron acuerdos para que fueran remitidos al presidente de las Cortes.

Días después, el 17 de agosto, el acuerdo final fue entregado a Martínez Barrio y el Congreso de los Diputados se reunió en el salón de Cabildos del Palacio de Congreso de México. En la ceremonia participaron 96 diputados con la asistencia de representaciones de todos los estamentos de México, el cuerpo diplomático de diversos países que apoyaban al gobierno republicano de España, políticos, etc.

En este acto, posiblemente uno de los últimos, de este gobierno, Eduardo Frápolli actuó de secretario notario y leyó la comunicación de la Secretaría de Relaciones Exteriores que autorizaba la ceremonia y concedía las inmunidades a los parlamentarios. Fue un acto que refrendaba el apoyo de gran parte de Europa y Hispanoamérica al Gobierno de la República en el exilio.

Al paso de los años, las instituciones republicanas en el exilio, fueron perdiendo su origen y vigencia por lo que Eduardo, poco a poco, fue dedicando gran parte de su tiempo al mundo de las editoriales con la creación de Ediapsa y la cadena de librerías Cristal, asociado al escritor mexicano Martín Luis Guzmán y al malagueño Giménez Siles. Fundó además la Asociación de Libreros y Editores mexicanos. También fue promotor y organizador de la Primera Feria del Libro mexicano, por los años 60, con un gran éxito.

Eduardo Frápolli falleció en la Ciudad de México, el 29 de marzo de 1982.