El argentino Andrés Calamaro recorre estos días España con la gira de presentación de su nuevo álbum, On the rock, en el que muestra sus múltiples registros con la ayuda de amigos como Bunbury, Pereza, Calle 13, El Langui, Niño Josele y Diego El Cigala, entre otros. Amado y repudiado a partes iguales, al cantante no le tiembla la voz a la hora de criticar lo que no le gusta, como las redes sociales y los antitaurinos.

¿Cómo definiría a Andrés Calamaro: cantante o poeta?

Cantor, músico de rock... casi cualquier cosa menos poeta, lamentablemente.

¿Qué es On the rock?

Sin discusión posible, es un disco, con todas las letras.

El Langui, Calle 13, Diego El Cigala, Bunbury, Loquillo o Pereza han participado en este último disco. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

Muy importante, instantes de camaradería y de intensidad artística.

¿Le hubiese gustado que participase algún otro artista que no pudo hacerlo?

Sí, Loquillo y Fidel Nadal. También Antonio Serrano, que grabó estupendamente en una canción que no entró en al álbum.

Si tuviera que elegir una canción de este On the rock, ¿cuál sería y por qué?

Insoportablemente cruel es muy interesante, la cumbre boricua con Calle13 y Jerry González... El grupo tocando muy bien, es una grabación completa.

¿Cuántos pasos ha recorrido Calamaro para pasar del flamenco a la cumbia y, por supuesto, el rock, dentro del mismo LP?

Ninguno, fueron mis compañeros los que vinieron al estudio para grabar con nosotros.

Su posicionamiento en el tema de los toros ha generado mucha polémica en los medios de comunicación y redes sociales. ¿Cree que se está sacando de quicio?

Me parece que nadie entiende un pito lo que digo. Hace años que renuncié a participar en el debate taurino, ni me corresponde ni creo que sea tiempo bien invertido. Yo hago referencia a cambios ideológicos y sociales, sutiles pero profundos. Citar la tauromaquia fue un detalle apenas en mi teoría discursiva. Digamos que nunca vi manifestantes en

Las Ventas ni frente al Guernica, de Picasso, que era comunista además de ver los toros. Hoy en día, Pablo Picasso tendría legiones furiosas en Facebook proponiendo acuchillarle y quemar su obra pictórica.

Entonces, ¿se mantiene firme en su opinión acerca de los antitaurinos?

No soy firme, respeto cualquier opinión interesante, bien fundada sobre principios reales, culturales, lógicos o patafísicos. La mayor parte de los antitaurinos (abolicionistas) no son más que «anti», a secas. La polaridad furiosa y su reflejo en internet no me importa tres pepinos, no genera influencia ni sirve para nada. Se basan en razonamientos infantiles e imprudentes.

¿Se han calmado ya las cosas en relación al problema originado con un grupo de antitaurinos en la red social Twitter?

No tengo cuenta en Twitter, pero podría abrir varias cuentas por día. No quiero relacionarme así con el resto del mundo, ni siquiera creo que contestar entrevistas sea la forma, y creo que quizás deje un rastro de inteligencia aquí. Para mí es suficiente con los conciertos, las giras y con suponer que hay gentes que escuchan mis grabaciones en la intimidad de sus auriculares. Las redes antisociales, en el fondo, son un vicio como el tabaco...

¿Cuáles cree que son las ventajas e inconvenientes de las redes sociales, como Twitter, Facebook..?

Para mí son todos inconvenientes, aunque potencialmente el público que escucha música está conectado, pero la música ya existía sin las redes, por lo que entiendo que no tienen importancia.

¿Y los pros y contras de la piratería?

La piratería ya no existe. Es imperial, son los hombres más ricos del mundo, los estados capitalistas, que venden artefactos con capacidad de almacenar miles de canciones y no respetan los derechos humanos.

¿Aún se emociona con los temas nuevos de la misma forma en que lo hacía en sus inicios con Los abuelos de la nada?

Los Abuelos de la nada... Aquello ocurrió hace casi treinta años, era yo un jovencito entusiasta y escéptico, quizás porque había visto más crisis que Zapatero... Mi entusiasmo está intacto, en aquellos años era complicado ser absolutamente optimista.

Después de tantos años de trayectoria artística, ¿está satisfecho con todos sus logros o aún le queda algo por conseguir?

Estoy satisfecho pero sigo buscando conseguir más cosas, claro. Sigo persiguiendo un buen sonido, mejor. Nuevas sensaciones en el escenario y cantando, reinventarme en las grabaciones.