El diestro malagueño sostiene que pese a la anunciada disolución de la unión de empresas que gestiona La Malagueña, y de la que él forma parte, se ve ligado a la plaza de toros de su ciudad en el futuro. Sobre su presencia en dos trades de la Feria, destaca: «Es mi ciudad. Llevo muchos años toreando dos tardes, aún cuando no tenía nada que ver con la empresa».

¿Cómo definiría los carteles de la Feria de Málaga 2011?

Se ha luchado por conseguir lo mejor dentro de las posibilidades. Vienen y repiten las figuras, y además se ha contado con todos los toreros que han destacado en otras plazas importantes. Yo creo que es una gran feria, que si la pones al lado de otras emblemáticas, difícilmente habrá alguna que le supere.

¿Le sorprendió que Fernando Puche anunciara que no optarían a la prórroga en el acto de presentación de carteles?

Me sorprendió mucho porque somos una sociedad en la que todos asumimos un riesgo en la gestión económica. Tanto que en estos cinco años no he ganado ni un duro como empresario, sino que me ha costado mucho dinero. Es normal que me sorprendiera que no se hubiera hablado en otro momento y que se me hubiera informado.

¿Le veía viabilidad a optar a una prórroga?

Eso es algo que deberíamos haber decidido después de la feria, no era una decisión a tomar de forma apresurada ni tampoco creo que fuera el momento más indicado para anunciarlo. Era un momento de fiesta y alegría con unos grandes carteles que se han difuminado.

Ya dejó claro que seguirá optando por gestionar La Malagueta. ¿Se ve con opciones?

Improvisé con el corazón, y dije que me veo vinculado a la plaza de toros de Málaga. Creo que he luchado por lo mejor para Málaga, y así siempre que he podido ha venido José Tomás dos tardes por temporada, y he sentido que el colectivo taurino se ha volcado conmigo y con esta plaza. Con esta comunión creo que se consiguen muchas cosas, y así se han batido records de «no hay billetes». Siempre lo he dado todo por Málaga, y me veo ligado en el futuro; más aún cuando la gestión que he desarrollado hasta ahora ha sido desinteresada.

¿Se han deteriorado mucho las relaciones con sus socios en estos cinco años?

Yo no estaba acostumbrado a participar en una sociedad que gestionara nada, y te das cuenta de que cada uno tiene un punto de vista diferente. A veces es difícil llegar a acuerdos, y eso ocasiona roces. Sin embargo, afortunadamente siempre ha prevalecido el respeto. Si tuviera que enfadarme por algo con Rivera Ordóñez sería por no volver a la Goyesca de Ronda después de haber sido el triunfador de esta corrida tras cortar tres orejas.

No debe ser sencillo ser empresario y matador. ¿Qué se ve ahora mismo, más torero o más empresario?

El trabajo de despachos quita mucho tiempo, pero no me aparta de sentirme torero y entrenar cada día. Tengo la suerte de tener un gran equipo junto a mí, encabezado por mi hermano, que me facilita mucho compaginar estas dos facetas. Me veo con la capacidad de ser al mismo tiempo un torero honesto y empresario de La Malagueta.

Entremos de lleno en el tema de los carteles. Siempre habíamos elogiado su imaginación al componerlos, pero este año no parecen estar tan rematados. ¿Ha sido imposible?

Había un cartel redondo, con Ponce, Juli y Manzanares en la corrida de La Quinta que no ha podido darse. Sin embargo, se ha abierto el abanico ganadero con gran variedad de encastes, como este mismo de Santa Coloma. Lo que pasa es que la plaza genera unos 45 millones de las antiguas pesetas en taquilla, y Manzanares se ha disparado en todos los sentidos después de sus grandes triunfos. Ha habido que renegociar, y las condiciones cambiaron. También había que fortalecer el segundo sábado de feria, día en el que esperábamos contar con José Tomás, y por eso decidimos llevar a esa fecha a Enrique Ponce.

Sorprende que haya negociado con todos los toreros excepto con José Tomás…

Yo no me he enterado de las negociaciones de Fernando Puche. Hablé 30 o 40 veces con Salvador Boix, y el diálogo fue siempre fluido, aunque nunca se concretó nada. Se me informó de que habían estado hablando cuando confirmó que no venía.

¿Tampoco tuvo constancia de la posibilidad de que hubiera reaparecido en La Malagueta?

Tampoco, no tenía ni idea. Creo que Fernando Puche debería habérnoslo dicho, y quizá entre todos podríamos haber conseguido que viniera. Me habría gustado intervenir, porque creo que podría haber aportado.

Dice Salvador Boix que no acude a La Malagueta por una falta de confianza en la gestión de las entradas por parte de la empresa. ¿Se cree este argumento?

A mí no me ha dicho eso. Yo sé que las cosas se le han complicado, y la corrida que tenía apartada para Málaga se va a lidiar finalmente en Valencia. Eso ha motivado que se le haya descuadrado su organigrama. Lo que me sorprende es que en una negociación, cuando no interesa a una de las partes se rompen y punto. Me molesta que se empleen otros argumentos, aunque insisto que desconocía totalmente estos contactos y he intentado retomarlos hasta tres días antes de presentar los carteles

¿Entiende que haya quien piense que es pretencioso anunciarse dos tardes en Málaga sin haber estado en ninguna de las grandes ferias como Valencia, Sevilla o Madrid?

Es mi ciudad. Llevo muchos años toreando dos tardes, aún cuando no tenía nada que ver con la empresa. La mayoría de compañeros de nivel y con casi veinte años de alternativa tienen un tratamiento de respeto por lo que conlleva ser un torero de una ciudad y representarla por todo el mundo durante tanto tiempo. Para mí es una responsabilidad y no lo hago con ninguna pretensión. Lo hago porque en el último momento tuve que entrar en una corrida por presiones de apoderados.