"Es el momento de cambiar el reloj por la brújula", dice Irene Lombard respecto al espíritu que sobrevuela por su nuevo proyecto artístico, un concierto heterodoxo en el que su jazz y su blues adquieren nuevos matices ayudados por una cuidada escenografía y una fuerte carga plástica.

La cantante malagueña ha escogido también un día especial para presentar su "recetario" en el Teatro Echegaray: el título de la actuación es 12.12.12. Alma cocinada a fuego lento, nombre que alude a la vez a unos dígitos que no se repetirán hasta el siglo próximo y a la comparación gastronómica de su espíritu ´soulero´.

"Cada canción es un plato de cocina", aseguraba Lombard cuando empezó a concebir su reinterpretación de los doce temas de su primer disco, Naturah (2011), canciones propias en inglés y en español que estarán acompañadas de algunos standards de jazz "fuera de carta" y algunos inéditos que presentará en primicia a su público.

La vocalista Irene Lombard ha querido colorear el espectáculo de mañana (21.00 horas) con su otra faceta artística, la plástica. La primera planta del Teatro Echegaray se convertirá en una instalación en la que esculturas, acrílicos y acuarelas compondrán una suerte de ´set de rodaje´ en el que el público podrá interactuar a la manera de actores por una noche.

Sus pinturas y dibujos, eje de la instalación, están inspiradas en los temas que luego interpretará en el escenario y siguen un hilo conductor que bebe del surrealismo y toma como referentes Alicia en el país de las maravillas y Príncipe y mendigo. Y para tocarlas en directo, Lombard contará con la ayuda de una banda formada por Álvaro Gandul al piano, Dani Galliano a la bateria y Neil Doyle al bajo, a los que habrá que añadir algunas colaboraciones especiales, como las de Javier Ojeda y Samuel García, de Minority.

Irene Lombard (1985) es licenciada en Interpretación Textual por la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, especialidad de Voz. Cantante y autora, esta versátil artista también destaca por integrar palabras y pintura en su lenguaje artístico. De hecho, esta confesa seguidora de Ella Fitzgerald y Nina Simone define el género de la improvisación "como un lienzo donde pintar". Lombard ya presentó su debut discográfico, Naturah, en el Echegaray dentro del Festival de Jazz de 2011, en un concierto en el que se pudo apreciar la calidad de unas composiciones que transitan por el soul, el jazz y las melodías pop con un lenguaje armónico cercano al blues.

En aquel momento explicaba así su eclecticismo: "Empecé haciendo rock, y luego me decanté por el r´n´b´, pero siempre he dicho que los estilos sirven para expresar emociones. Mi disco está pleno de jazz: como vocalista soy soul, canto con el alma, pero la banda que me rodea es jazz". Ahora acompaña esa expresividad musical con sus facetas plástica y teatral en 12.12.12. Alma cocinada a fuego lento, un espectáculo que va más allá de un concierto al uso.

"El 12 de diciembre de 2012 es una fecha muy especial pues no volverán a coincidir día, mes y año hasta dentro de un siglo. Este hecho me inspira, me huele a renacer. Todo fin es el comienzo de otra cosa; por ello llevo todo el año dando forma a un espectáculo multidisciplinar donde música, palabra y pintura se unen para mandar un mensaje: cambiemos el ´reloj´ por la ´brújula´.

Naturah viaja más allá de la piel hasta llegar la Luna. Una Luna esculpida a base de sueños. El tiempo se desvanece dejando paso a la dirección. Porque los verbos creer y crear, en primera persona, se conjugan de igual forma: Yo creo. Y os invito a cruzar un portal inspirado en la en la conexión del hombre con el universo. Un eclipse perfecto entre la mente y el alma".