La casualidad ha traído a mi vida la sonrisa eterna de vuestras bocas y el calor de vuestras miradas. Me entristece sobremanera el hecho de pensar que ya no estáis entre nosotros, que ya no podrán jamás cruzarse nuestra vidas en ningún lugar que pudiéramos frecuentar, que no podré escuchar el color de vuestras voces, el sabor de vuestras risas ni el roce de vuestras palabras.

No acierto a imaginar que se puede sentir cuando la brutal puerta se cierra de una manera tan brusca, para padres, para amigos, vecinos o conocidos. No sé, que pensarán los mares cuando tú Borja, no vayas a volar sus vientos camino de los atunes. No se que pensaran al mismo tiempo, las madrugadas de Maialen soñando tras la ventana en tu cercana arribada. No sé, en definitiva al fin y al cabo, en que pensaba la vida cuando permitió, de forma tan desalmada, que os llevarais vuestras risas a esa parte eterna donde se hacen eternas las almas.

Me dicen que os habéis ido con vuestro amor para vivir eternamente. Me susurran que seréis jóvenes, donde quiera que estéis ahora, definitivamente y para siempre.

Vuestros padres han subido un video a esta cosa que es Youtube, para que desde él, alguien como yo, desde esta alejada Málaga, sea capaz de sonreír mientras observa vuestras insolentes miradas. Es como un desafío al tiempo, tú con sombrero mientras abrazas a Maialen, y afirmas sin palabras que te has llevado a la más guapa.

No sé porqué un 28 de noviembre sembrasteis de lagrimas de metal, la tragedia de la carretera de un coche convertido en chatarra. No tengo ni idea del por qué ha llegado hasta mi orilla vuestra historia muda, cuajada de infinitas palabras. No sé que pinto yo en esto, quizás sea que llega la Navidad y vosotros ya no volveréis a casa€

En estos días serán muchos los que inicien una peregrinación familiar. Ojalá que el infortunio no la convierta en tragedia.

Recuerdos, allá donde estéis, desde esta orilla de mar, que seguro, también amabais.