La presencia, cada día más notable, del Museo Carmen Thyssen en la vida cultural malagueña continúa su paso firme. A nadie se le escapa que desde que abriera sus puertas la pinacoteca del Palacio de Villalón ha aumentado la calidad de su oferta y su implicación con la ciudadanía y, gracias a ello, su número de visitantes. Estos positivos datos en el plano expositivo, con muestras de gran éxito, como la dedicada a Julio Romero de Torres, y en su empeño por reforzar lazos con la vida cultural de la ciudad a través de actividades y acciones, entre las que destaca el proyecto del Entorno Thyssen, han propiciado que en su tercer aniversario el museo pueda sentirse completamente consolidado como pieza clave en la oferta cultural de Málaga. Un papel fundamental que la pinacoteca refuerza ahora con la ampliación de la colección permanente, que a partir del jueves crece en 18 nuevas obras de artistas como Gonzalo Bilbao Martínez y Julio Vila y Prades.

Las obras de esta ampliación serán expuestas a partir del próximo jueves en la Sala Noble antes de incorporarse a los fondos permanentes de la pinacoteca. Este es uno los hitos del programa expositivo del presente año del museo, que ya se prepara para la llegada de la exposición Darío de Regoyos. La aventura impresionista y para la muestra de otoño dedicada a Casas y Rusiñol.

Asimismo, el Palacio de Villalón presentará el catálogo razonado de la Colección Carmen Thyssen fruto de un intenso trabajo de investigación, documentación y diseño que profundizará en el conjunto de las obras. En este sentido destaca la especial dedicación de la baronesa Carmen Thyssen, que ha realizado un seguimiento continuo y al detalle de la edición aportando su conocimiento, experiencia y visión en el mundo del arte.

Tras la finalización de la exposición temporal Courbet, Van Gogh, Monet, Léger. Del paisaje naturalista a las vanguardias en la Colección Carmen Thyssen, el próximo 20 de abril, la sala temporal se preparará para la acogida de la muestra Darío de Regoyos (1857-1913). La aventura impresionista que comenzará en el mes de junio.

El museo reunirá una selección de las piezas más emblemáticas del pintor impresionista. Sesenta obras que realizarán un recorrido por la trayectoria de Regoyos donde se darán a conocer las formas de expresión, los intereses temáticos y la evolución estética de la trayectoria del artista.

Para el Museo Thyssen es especialmente importante rendir este tributo y profundizar en la obra de Darío de Regoyos, del cual la colección permanente tiene cuatro obras que representan lo mejor de su sentir y su especial sensibilidad ante el paisaje. La muestra se realiza en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, donde se ubica actualmente.

Regoyos fue alumno en Madrid, en 1877, de Carlos de Haes, de quien heredó el amor por la tierra y el paisaje. El artista no fue realmente un vanguardista, pero sí un hombre muy bien informado. Vivió desde dentro la experiencia del impresionismo, el postimpresionismo y el simbolismo.

Con el otoño la pinacoteca abrirá sus puertas a los autores Ramón Casas-Santiago Rusiñol, dos representantes de una época singular: la de fin de siècle. La influencia de sus obras y sus experiencias propiciaron la llegada en nuestro país del modernismo y la apertura hacia nuevos movimientos.