Cuando en Málaga se inaugura un nuevo chiringuito no es necesario dar ninguna rueda de prensa... «Por desgracia sí hay que hacerlo cuando se va a sacar una película», sentenció ayer el director y realizador malagueño Kike Mesa. Lo cierto es que Mesa presentó ayer un ilusionante proyecto cinematográfico, Maniac Tales, una versión malagueña al cien por cien de las películas episódicas V/H/S: largometrajes de terror divididos en cortos unidos conceptualmente.

Maniac Tales tiene su origen en el interés que Kike Mesa siempre ha tenido por el género de terror, desde los cuentos de Edgar Allan Poe hasta la mítica Historias para no dormir. La película estará ambientada en un bloque de apartamentos de Nueva York al que llega un inmigrante sin papeles que acoge el portero del edificio, donde descubre a raíz de una serie de acontecimientos lo que pasa detrás de la puerta de cada apartamento. La historia principal, La visita, está escrita por Salvador Marcos Cortés y habla de las apariencias dentro de un «entorno americano con un aspecto frío y distante típico del cine noreuropeo», así lo ha explicado su director, Rodrigo Sancho. A Sancho le acompañan en el equipo artístico Abdelatif Hwidar (ganador del Goya en 2008 al Mejor Cortometraje), Rubén Llamas, Alex Manzano, Denise Castro y Enrique García, entre otros. Todos han tenido libertad creativa absoluta para encarar su tarea.

Esta producción internacional se rodará con actores españoles aún en proceso de selección y los seis cortos, menos la historia principal, serán doblados al inglés para que la película sea fácil de vender en Europa. La filmación, que se realizará íntegramente en Málaga, comenzará en septiembre con la primera historia, Blue Moon, y finalizará en noviembre para mostrar la primera copia de la cinta en el Festival de Cine de Málaga y en mayo en el Festival de Cannes y así venderlo «barato» al público internacional.

El presupuesto de Maniac Tales supera los 300.000 euros, que Mesa ha conseguido «al estilo clásico»: hipotecando su casa y pidiendo préstamos a los bancos. Y es que la cosa no está fácil, y no sólo por la crisis. «En esta ciudad somos muchos artesanos haciendo jarrones, cada uno por su cuenta, pero no tenemos una industria del jarrón», argumentó Kike Mesa para referirse a la ausencia de industria audiovisual real en Málaga... o incluso en Andalucía: «Porque cuando llega alguien con tanto talento como Alberto Rodríguez y toca el cielo con La Isla Mínima, todas las instituciones se ponen las medallas de que arropan al cine andaluz». Por eso, asegura, Manic Tales ha sido concebida en defensa propia, «una huida hacia adelante, como hace aquel que monta un negocio porque le han echado de su empresa y necesita seguir».

La semana que viene comienzan los cástings para Maniac Tales. Los interesados deberán estar atentos a las convocatorias que lancen los responsables de K/andale Films -antes conocida como Ándale Films-, la productora del proyecto.