Joven Orquesta Barroca de Andalucía

Director: Michael Thomas. Solista: Juan Francisco Padilla

Los proyectos formativos comienzan desde un currículo teórico cuya puesta en práctica va más allá de las fronteras de su redacción. Como ejemplo tenemos el proyecto de la JOBA auspiciada por la Filarmónica de Málaga. Su tercera promoción arrancaba oficialmente este viernes con el Edgar Neville. Agrupa un nutrido grupo de prometedores instrumentistas que apuestan por un repertorio cada vez más accesible gracias a programas como el que resolvieron el día pasado. Con el listón en lo más alto, algo más que intención pudimos apreciar de ese primer encuentro, a lo que se suma la propia dificultad de las obras. No es ingenuo avanzar en la idea de especial nivel de los maestros que acceden a esta especialización.

El siglo de Bach y Haendel supuso en el escenario intelectual y artístico todo un hervidero de ideas y propuestas que tienen en la naturaleza humana un punto de inflexión o motor. Condicionan las artes a la palabra como elemento superior en el caso concreto de la incipiente lírica con Frescobaldi y Monteverdi, en el plano instrumental la vanguardia llega de dos figuras fundamentales: Corelli en Italia y Lully para Francia. En este contexto y con unas particularidades bien definidas enmarcamos el trabajo de uno de los períodos más vibrantes y a cada vez más accesible como fue la escuela francesa de mediados del diecisiete y avanzado el siglo de las luces.

La JOBA apostó por un repertorio extenso y ambicioso por cuanto descubrimos un estilo fijado a lo largo de un siglo, aparentemente impermeable e impenetrable, cuyo estudio desvela, en su alma, que tal afirmación no es exacta. Así lo demuestra Rameau, un teórico de la armonía, que supo tamizar todo lo mejor de dos escuelas desde unos planteamientos firmes. Su última ópera-ballet, Les Boréades ejemplifica estas ideas. La Entrée de Polimnie, muestra esa importancia entre lo visual, la arquitectura sonora y la pantomima danzada recogida. Michael Thomas, director musical del proyecto, supo extraer del joven conjunto el sentido envolvente gracias a ese momento capturado por el compositor francés, en la que la cuerda, con reflejos vivaldianos, y las maderas conforman una imagen sonora.

Lully es el ejemplo de confluencia entre talento y ambición, pasó de ser un instrumentista apreciado por Luis XIV a convertirse en la figura dominante de la escena francesa. Su turquerie Le Bourgeois Gentilhomme utiliza como argumento un incidente diplomático en la corte para mostrarnos a través de esta comedia la síntesis entre la palabra, la música y la danza. Elemento, este último, que dominó el ritmo de todo el recital. Estructurada en un prólogo y cinco actos, Michael Thomas presentó una selección de números instrumentales de marcado carácter danzante, pero a su vez mostró el sentido contrastante que posee esta música, su estilización, donde elementos prosaicos como las danzas populares se combinan con ideas ampliamente elaboradas mostrando, de este modo, la propia esencia del Barroco.

Dardanus completa la triada aurea del catálogo de Rameau. Revisada en distintas ocasiones su partitura está plagada de momentos musicales en los que vuelve a mostrar la capacidad de síntesis del maestro. El tambourin I &II es una danza provenzal que en manos del músico se reviste de elementos que la ennoblece a través de la imitación de la cuerda; desde la scordatura al golpe de los arcos intenta retratar un ambiente festivo y alegre propio de la imagen pastoril. La JOBA optó por prescindir del tambor por la pandereta dando protagonismo en la versión a las dos flautas solistas complementadas por las virtuosas maderas con la que cuenta esta promoción. Si este es el comienzo, nos esperan encuentros de altísimo nivel técnico e interpretativo.

La sinfonía-ballet fue otro de los géneros auspiciados por Versalles que vuelven a tener a la danza y ciertos textos cantados o declamados como inspiración. Rebel es el consagrador del género, entre ellas destaca Les Élémens su descripción del caos inicial la convierten por si sola en una página del repertorio barroco. En los arcos de la JOBA volvió a recrear el poder descriptivo de la música en ese momento incierto y desatado que da paso al desarrollo de un conjunto de danzas contrastantes en sus tiempos de las que el compositor se vale de un gran número de recursos técnicos como pudimos apreciar.

En suma, un programa excepcional, poco habitual que mostró, de paso, la capacidad de colaboración entre instituciones capaces de generar cultura al más alto nivel.