­Una colección de 140 fotografías originales decora las paredes de la escuela Apertura, donde se respira un ambiente familiar y desenfadado. Más de 3.000 alumnos han pasado por sus aulas desde que en el año 1995 abriera sus puertas por primera vez. Hoy, 20 años después, esta pequeña empresa privada cuenta con un reconocimiento a nivel nacional y lo celebra con una subasta benéfica en el Ateneo de Málaga.

Con tan solo 25 años, Míchelo Toro se puso al frente del negocio familiar „denominado Aula 7 por aquel entonces„ y decidió cambiar el estilo e implantar una filosofía inspirada en la editorial alemana del mismo nombre para que se convirtiera en un lugar donde la práctica, la diversión y la pasión por la fotografía fueran la base.

«El profesor es un compañero más de los alumnos que los guía, los asesora, les enseña lo que sabe, pero sobre todo, los hace disfrutar, amar y compartir la fotografía», explica Toro. Aunque no todo es tan bonito. El director y profesor de Apertura reconoce que durante todos estos años han tenido que enfrentarse a algunas dificultades, como la crisis de 2008 o el cambio tecnológico que supuso pasar de la fotografía analógica a la digital. Pero quien no arriesga no gana. En 1999 fueron los primeros en apostar por el formato digital e invirtieron una buena suma en equipos informáticos. Y les salió bien.

Además de fotógrafo, Míchelo Toro es economista y eso se nota a la hora de llevar un negocio. «Soy un obseso de los números y lo que intento es hacer las cosas con prudencia, con visión a largo plazo y con solvencia, sin tirar el dinero», asegura.

A pesar de ser una profesión práctica, en Apertura podemos encontrar una biblioteca con más de 450 títulos relacionados con la materia. Su director considera que los libros son «un complemento fantástico», debido a que «hay un editor que coloca los textos y las fotos en un orden concreto». Tampoco se olvidan de los vídeos. «Hace cinco o seis años empezamos una línea de edición y grabación de vídeo con cámaras fotográficas, porque nos dimos cuenta de que eran dos fenómenos que estaban unidos. Un ejemplo es el cineasta Stanley Kubrick».

En esta céntrica escuela malagueña hay sitio para todo tipo de alumnos. Hace 20 años tan solo se ofrecía un curso, pero a día de hoy hay un total de 23, dirigidos a tres líneas diferentes: aficionados, profesionales y para los que buscan utilizar la cámara para realizar una fotografía más artística, de autoría. Míchelo asegura que la mezcla es «explosiva», lo que hace que las reuniones sean más divertidas.

Una celebración solidaria. Con motivo del 20 aniversario, los miembros de la escuela Apertura organizaron este viernes pasado una subasta benéfica en el Ateneo de Málaga. No es la primera vez que se embarcan en un acto de este tipo, ya que en 2010 celebraron sus 15 años de actividad de la misma forma y consiguieron recaudar 3.500 euros.

Durante el evento, los asistentes pudieron pujar por un total de 78 imágenes donadas de manera desinteresada por profesores, alumnos y expertos en la materia del ámbito nacional e internacional. El precio de salida de las obras, todas ellas enmarcadas, fue de 50 euros y el importe íntegro de lo recaudado iba destinado de nuevo a la Fundación Vicente Ferrer. En concreto, para la sección Hábitat, cuyo objetivo es crear viviendas en la India. «Esperamos que coticen muy alto y poder construir tres casas», declara Toro.

Entre los fotógrafos implicados en este acto de solidaridad destacan Ricky Dávila, Fernando Marcos, Julián Ochoa, Carlos Canal, Juanan Requena, Rocío Verdejo, Leo Simoes, Carmen Rivero, Eduardo D´Acosta, Victoria Abón, Javier Roz, Florencia Rojas o Pepe Ponce, quien asegura que la fotografía es «solidaria, crítica y demuestra la realidad».

Las imágenes donadas para dicho evento muestran la «marca Apertura» abordando todo tipo de temáticas: paisajes, retratos, bodegones, fotografías abstractas o conceptuales, intervenidas y no intervenidas, construidas o encontradas.

La exposición Amigos de Apertura, compuesta por todas las imágenes subastadas, se mostrará desde el 6 hasta el 30 de noviembre en el Ateneo de Málaga, que conmemorará su 50 aniversario el próximo año. Diego Rodríguez Vargas, presidente del centro cultural, califica la muestra como «interesante y sugerente».

@AliciaMartin_S