­Es difícil colarse entre los ganadores de los Emerging Artists Award. Lo hizo José Luis Puche (Málaga, 1976) en 2014, pero es que el artista malagueño lo ha repetido en la lista del 2016, en la categoría centrada en el dibujo y la ilustración. De nuevo, en la rampa de lanzamiento de los artistas más pujantes del momento en todo el mundo.

La prueba, por si alguien la necesitaba, de que Puche es uno de los talentos con mayor proyección de nuestra ciudad: recordemos que en 2013 ya participó en la final de arte contemporáneo Nord ART 2013, na de las más importantes de Europa -sólo había cuatro españoles entre los doscientos seleccionados; se habían presentado más de 2.500 artistas-. Pero es que ahora mismo, en este mes de marzo, ha sido elegido para la prestigiosa Bienal de la Fundación Martínez Guerricabeitia, que celebra estos días su decimotercera edición.

José Luis Puche estudió la carrera de Historia del Arte en Málaga, formación que le ofreció «una buena base teórica del arte». En 2004 a su vuelta de un doctorado que cursó en Roma fue cuando comenzó a dedicarse seriamente a la práctica artística. Vinieron los primeros premios, las exposiciones colectivas e individuales, institucionales e internacionales, las colectivas en galerías, una presencia en ARCO. En 2014 celebró su primera exposición individual en una galería, la de Xavier Fiol, en Palma de Mallorca, titulada La Natura y el éxito.

«Mi obra muestra una visión optimista y siempre ha tenido algo de social incrustado, aunque a veces la presencia de cierta belleza lo camufle o hace más bien que no sea una evidencia», resume Puche cuando se le pregunta por su mirada artística, la que otea horizontes más allá de su tierra.