­El artista francés Laurent Pallatier Loren vuelve a ser el encargado de transformar la plaza de toros de La Malagueta por un día con motivo de la Corrida Picassiana. Si en los años anteriores han sido las etapas rosa y azul o la relación con las mujeres del genial artista malagueños los hilos argumentales de esta escenografía, en 2016 será la técnica del collage la que acapare la atención.

Se ruega tocar. Minotauro ciego es el título de la exposición presentada ayer en el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia, y que tras formar parte de la decoración efímera de la corrida del 17 de agosto, regresará una vez cumplida la función para la que ha nacido a la sala hasta final de ese mismo mes.

«Desde hace cuatro años hemos trabajado con el objetivo de buscar una identidad estética para este festejo», resaltaba durante la presentación el gerente de la empresa Coso de Badajoz, Juan Carlos Estrada, para quien Loren «nos acerca una nueva forma de hacer tauromaquia» con un trabajo en relieve en el que el blanco tiene predominio absoluto y en el que se incorporar elementos como vestidos de torear y pedrería. Otra de las características especiales de la obra, acompañada de textos del filósofo francés Francis Wolff, es su adaptación a personas ciegas con la colaboración de la Once. «También queremos que otro tipo de personas que están ciegas ante la tauromaquia se acerquen a tocarla y descubrirla», indicó Estrada.

La Junta de Andalucía, a través de la jefa de servicio de juegos y espectáculos Catalina Gómez, el Ayuntamiento con la presencia de la concejala de Fiestas Teresa Porras y la Diputación con el diputado de Cultura Víctor González quisieron estar presentes en este acto en el que también participó Marcelo Rosado, jefe de Servicios Sociales de la Once, quien resaltó que «Málaga se encuentra a la vanguardia en cuanto a acercar la tauromaquia a personas ciegas y con deficiencia visual», y se alegró porque «normalmente en las exposiciones hay un cartelito que pone prohibido tocar, y aquí se nos pide en braille que se ruega tocar».

Finalmente, Loren explicó tener «un destino cruzado con Picasso» que les hace tener «una trayectoria vital en común». «Toda esta historia comienza con el Minotauro Ciego de Picasso, pero también porque mi padre era ciego», lo que le ha hecho tener una sensibilidad especial al desarrollar su obra. A partir de una técnica iniciada a partir de un traje de luces que fue de su propiedad y potenciada por José María Manzanares padre, llegamos a «esta exposición que son cuadros vivos que van a poder ver pasar los toros cerca, sin la responsabilidad de tener un torero dentro», concluyó antes de invitar a los numerosos asistentes a contemplar un vídeo de todo el proceso creativo de Se ruega tocar.