­El PSOE se está llevando un mal rato en esta campaña al verse atacado por todos los flancos. A ocho días de las elecciones generales, ya es evidente que sus dirigentes andan preocupados por la pujanza de las nuevas fuerzas emergentes que, viendo descolgado al PP, se han puesto de acuerdo en ir a por la presa que tienen más cercana. Ahí aparece Pedro Sánchez como una liebre deslumbrada por los acontecimientos de los últimos días. Aunque de cara a la galería nadie quiera saber nada de mensajes apocalípticos que sitúan al PSOE tan solo como tercera fuerza, el cabeza de lista de los socialistas por Málaga, Miguel Ángel Heredia, es consciente del fenómeno de Ciudadanos y del fervor de Podemos en los últimos metros. Con este trasfondo, Heredia dio ayer las primeras pinceladas de lo que presume ser la estrategia socialista de aquí en adelante. En definitiva, un impulso de sobrevivencia para agarrarse a la posibilidad de gobernar que correrá por dos arterías: apelar al tradicional voto útil de la izquierda por un lado, y pasar al ataque frontal contra todo lo que pueda amenazar con robar votos a Pedro Sánchez. Esto equivale, por simple lógica de aritmética electoral, a prender la pólvora contra Podemos y contra Ciudadanos.

La primera prueba de esta receta la dio ayer Heredia en un desayuno informativo organizado por el Nuevo Economía Forum en el Hotel NH, donde apeló a la unión de los votantes que se encuadran dentro del espectro ideológico de la izquierda. La idea de otros cuatro años con Mariano Rajoy llevando las riendas del país sirve para levantar temores en más de uno y, no en vano, un 70 por ciento de los españoles manifiesta que desearía tener a otro presidente que no fuera Mariano Rajoy. Ese miedo lo quiere canalizar el PSOE apelando al votante no socialista, pero de izquierdas, para que boicotee su instinto natural y suma su papeleta para la causa de Pedro Sánchez. «Hay partidos que, con todos mis respetos, saben que no van a sacar diputados», dijo cuando se le preguntó por el papel de Izquierda Unida en las próximas elecciones. «Es, por tanto, un voto perdido o tirado», sentenció a la formación encabezada por Alberto Garzón. «No podemos ni dividir ni fragmentar el voto porque entonces tendremos cuatro años más de sufrimiento, de desigualdad y de paro», alertó para pedir a continuación la tradicional transfusión roja que le ha servido en muchas ocasiones para elevar el número de papeletas socialistas en las urnas. Su deseo lo materializó pidiendo «prestado» el voto a «la gente que se sienta progresista y de izquierdas, para unir y tener la fuerza de cambio necesaria en este momento». Todo con el lógico riesgo que conlleva pedirle algo a alguien, después de haberlo dado por muerto.

El PSOE parece haber asumido el dilema de no poder movilizar los suficientes votos por cuenta propia para ganarle al PP e insiste en el mensaje nítido de que la única alternativa para sacar a Rajoy de La Moncloa pasa por Pedro Sánchez.

Fiel a la filosofía de mensajes sencillos para el votante sencillo, Heredia se guardó parte de su intervención para atacar a Podemos y a Ciudadanos. Con Pablo Iglesias trabajándose al potencial votante socialista para subirlo al tren de Podemos, que parece haber recuperado la marcha justo a tiempo, Heredia sorprendió ayer con ataques directos a la formación morada que recordaron, por momentos, al ideario de cabecera de Esperanza Aguirre. «¿Pueden gobernar este país quienes han asesorado a los gobernantes de Venezuela», se preguntó en relación a un partido «joven, pero de ideas anticuadas». Habría que calibrar hasta qué punto ligar a Podemos con Venezuela pudiera restar más votos de lo que ya lo ha hecho a estas alturas.

Queda por ver cómo el tradicional votante socialista digiere y no se espanta, al ver que uno de sus candidatos se mueve con la misma equidistancia discursiva que caracteriza El Gato al Agua.

Tampoco se fue de rositas el partido de Albert Rivera, al que Heredia acusó de apostarlo todo al hiperliderazgo que ejerce su candidato a la presidencia. «Albert Rivera no podrá sentarse en todas las sillas de un gabinete de gobierno», advirtió en relación al ascenso de Ciudadanos.