Destaco dos trabajos de la jornada de ayer del apartado de documentales. El primero es La primavera, de Christophe Farnarier , un filme etnográfico, curioso, algo largo para mi gusto, que revela la vida de Carme y su familia y de cómo transcurren su día a día en Sierra Cavallera, en la comarca de Ripollès, y de cómo las estaciones del año y la naturaleza van marcando las pautas de la vida de estas personas. Aunque la fotografía no me convence del todo, el documental resulta interesante, especialmente para los apasionados de la antropología. Por cierto, no apto para aquellos que crean que la carne animal proviene de las bandejas del supermercado.

El segundo documental que repesco de la jornada, El gran simulador, de Néstor Frenkel, es una retrospectiva de la vida del gran René Lavand, ilusionista argentino experto en cartas que realiza sus trucos sólo con su mano izquierda -perdió la derecha en un accidente siendo niño-.

Un filme lleno de luz y excelente factura que revela magistralmente la figura de Lavand mezclando su presente cotidiano con imágenes de archivo de espléndidas actuaciones en shows de renombre como los de Ed Sullivan y Johnny Carson, entre otros. Logra hipnotizar al espectador con sus lentidigitaciones vestidas con fantásticas historias engalanadas con frases míticas como «No se puede hacer más lento». Documental cálido que retrata a la perfeccion el carisma del cartomago haciendo disfrutar tanto a avanzados en prestidigitación como al neófito en este arte.

La primaveraDirección:

Christophe Farnarier

El gran simuladorDirección:

Néstor Frenkel