­Parece que la Feria de este año ha presentado un comportamiento mucho más cívico que en 2014, ya que ha descendido el número de denuncias (de 293 a 79) y la cantidad de detenidos (de 70 a 48). Eso, en un año marcado por la polémica: de un lado, la difusión de la imagen de un joven completamente desnudo bailando en plena Plaza de la Constitución; de otro, las declaraciones de la concejala de Fiestas, Teresa Porras, sobre el comportamiento poco adecuado de muchos asistentes a la Feria. Pero el alcalde, Francisco de la Torre, ha querido ser tajante: «Nuestra feria no es Magaluf, el comportamiento de la gente ha sido ejemplar, la fiesta da una sensación de normalidad que nada tienen que ver con las situaciones que se producen en esa zona de Mallorca o incluso en el centro de Barcelona».

Sin embargo, siempre se debe aspirar a mejorar en ciertos aspectos, algo de lo que el primer edil es consciente ante las críticas recibidas por parte de vecinos del Centro Histórico. Así, de la Torre defendió el actual modelo de la fiesta de la capital, aunque reconoce que en septiembre se convocará una mesa para progresar en diversos aspectos: «Nuestra Feria es magnífica, la gente queda encantada y tendremos reuniones técnicas en el mes de septiembre, pues seguiremos avanzando para que tengamos la mejor fiesta popular».

Por otro lado, el alcalde se mostró preocupado por la venta de alcohol a menores: «Debemos avanzar en materia de educación y prevención. No puede haber comercios que vendan alcohol a gente con menos de 18 años y hablaremos con todos los que realicen esta práctica».

Y es que de las 585 denuncias que se han impuesto a establecimientos, 22 se provocaron por este motivo, otras 18 por carecer de permiso de música y unas 15 tras apreciarse que tenían barras de alcance no autorizadas.

En el caso de las detenciones, los motivos son diversos. Los más frecuentes altercados llegaron por atentar contra agentes de la autoridad (10), seguidos de conducir bajo los efectos del alcohol (9), maltrato (9), lesiones (6) y tráfico de drogas (4). Además, un total de 169 personas fueron denunciadas por hacer sus necesidades en la vía pública y 36 por ejercer labores de ordenación y aparcamiento de vehículos sin autorización.

La Policía también tomó medidas cautelares en pos de una mayor seguridad ciudadana. Así un total de 2.867 botellas de vidrio se destruyeron para evitar que alguna persona pudiera resultar lesionada con los cristales.

Por otro lado, un mayor número de asistentes fueron auxiliados por los agentes, en concreto, 233. Los motivos resultaron dispares. 115 sufrieron accidentes de tráfico, 34 presentaron un estado de embriaguez y 27 se encontraban enferma.

Los traslados desde el dispositivo de Feria hacia los hospitales se redujeron en un 50% en relación a 2014, pues se vieron beneficiados ante la ampliación de los módulos sanitarios y a la incorporación de mayor personal.

En lo referente al paseo de caballos, una vez más se ha velado por el cumplimiento de la normativa específica, si bien se ha tratado de un año ejemplar en el que la práctica totalidad de caballistas respetó las normas escrupulosamente. Basta comparar algunos datos de denuncias en comparación con los de 2014 para constatarlo. Así, este año se realizaron 2 expulsiones del recinto por las 22 de 2014, por ejemplo.