Tras completarse ayer la evacuación, han comenzado los trabajos de derribo de las viviendas en ese pueblo de la provincia central de Hubei, uno de los muchos que quedará destruido e inundado por la gigantesca presa.

Las operaciones de evacuación en Gaoyang comenzaron en 2004, cuando en la pequeña localidad vivían 988 familias.

La presa, cuya construcción arrancó en 1994 con un presupuesto de 22.500 millones de dólares (15.400 millones de euros), está situada en el curso medio del río Yangtsé, el más largo de Asia, y en total ha forzado la reubicación de 1,4 millones de personas.

Muchos de los que han tenido que dejar la zona han sufrido problemas de adaptación e incluso de comunicación con sus nuevos vecinos, al ser llevados a lugares situados a cientos o miles de kilómetros, donde se hablan dialectos diferentes a los suyos.

Además, la concesión de indemnizaciones a los desplazados por la pérdida de tierras y viviendas se ha visto rodeada de polémica, ya que algunos de ellos denunciaron que los gobiernos locales les dieron menos de lo prometido e incluso malversaron estas ayudas.

Inicialmente estaba previsto que la presa, que produce electricidad desde 2003, se completara en 2009 y, aunque se llego a anunciar que el fin de las obras se adelantaría a 2008, nuevos planes apuntan a que el embalse podrían no estar acabado hasta 2011.