Apenas han pasado doce años desde la apertura de la primera gran superficie outlet en España, pero en tan poco tiempo han proliferado en el extrarradio de varias ciudades españolas. Ofrecen lujo a precio de ganga y, aunque sus ventas no han parado de crecer, sienten la amenaza de la crisis económica.

"Veremos qué ocurre en otoño", comenta Elena Foguet, directora de márketing de la filial española de Value Retail, compañía promotora de nueve outlets de lujo en Europa, uno de los cuales está en Madrid, Las Rozas Village, y el otro en Barcelona, La Roca Village. Con una superficie superior, en ambos casos, a los 17.000 metros cuadrados y más de cien tiendas de marca, el centro madrileño recibió el año pasado 3,4 millones de visitantes y 2,6 el barcelonés. Sus ventas superaron los 200 millones de euros.

La previsión de crecimiento para 2008 es del 10%. "Al cierre de junio hemos crecido un siete, menos de lo previsto. Pero, dada la situación de crisis, estamos contentos. Aunque veremos qué pasa. No es bueno para nadie que baje el consumo. El otoño va a ser difícil, complicado... Los indicadores económicos son peores semana a semana", apunta Elena Foguet.

Según estudios de la consultora TNS, en el primer semestre de 2008 la cuota de mercado de los outlets, tanto en volumen de prendas vendidas, facturación y compradores, fue superior a la del mismo periodo de 2007, con porcentajes del 1,29%, 1,14% y 6,9%, respectivamente, frente al 1,06%, 1,07% y 6,1%. "El auge de este comercio en España durante los últimos años era de esperar. No podíamos quedarnos al margen de lo ocurrido en países de nuestro entorno. En Estados Unidos ha sido todavía mayor y desde hace mucho más tiempo", destaca José Luis Suárez, profesor de Dirección Financiera de la escuela de negocios IESE.

Suárez considera que "todavía no se ha tocado techo" y que existe "mucho margen de crecimiento" en el parque de superficies comerciales outlets. "La clase media intenta acceder al mercado del lujo y estas tiendas ayudan a ello. Pero todavía hay mucha gente que no acaba de tener muy claro en qué consiste este nuevo canal de distribución. Aclararlo es uno de los retos del sector", insiste el profesor de IESE.

David García, gerente de la Agrupación Textil de Igualada, localidad barcelonesa con una potente industria de la confección y sede del outlet urbano más grande de Cataluña (más de 50 tiendas repartidas por sus calles) augura "un desarrollo importante" en los próximos años. "No es el canal ideal, porque el margen de beneficio para las marcas y fabricantes es muy pequeño o inexistente, pero sí sirve para dar salida a los excedentes de producción, los prototipos o las prendas con pequeñas taras, que de otra forma tendrían una más difícil salida. Si se hace bien se puede mantener el coste industrial", David García.