La consejera de Cultura, Rosa Torres, subrayó "la importancia de leer como experiencia vital" y la conveniencia de contar con una jornada como ayer, Día de la Lectura en Andalucía, "al mismo tiempo festiva y de reflexión, que actúa como aldabonazo para lo que debe ser una labor diaria". Torres presidió en el Museo Picasso de Málaga los actos conmemorativos del Día de la Lectura, acompañada de la escritora Ángeles Caso, ganadora de la última edición del Premio Planeta, ha informado la Junta en un comunicado.

"La designación de este día atiende al recuerdo del encuentro que, en esa misma fecha del año 1927, mantuvieron García Lorca, Alberti, Bergamín, Juan Chabas, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Jorge Guillén en el Ateneo de Sevilla con motivo de la clausura de un homenaje al poeta cordobés Luis de Góngora", que daría lugar a la Generación del 27, recordó la consejera.

Este año el libro conmemorativo del Día de la Lectura se titula ´Las letras ganan´ y reúne una selección de textos realizados por alumnos de Primaria, de 7 a 12 años, de colegios públicos andaluces.

Además, Rosa Torres hizo público el fallo del octavo Certamen de Escritores Noveles, en el que el sevillano Francisco Aguado Romero ha sido el ganador del Premio de Poesía en la modalidad de autores de 10 a 12 años por su poema ´Pájaro blanco´. El Premio de Poesía correspondiente a los escritores de entre 16 y 18 años correspondió al malagueño Francisco Javier Rueda Córdoba por el poema ´Summertime´. El Premio de Relafue para la malagueña Victoria Castillo Ávila por su obra ´Mi reina´, en el que el jurado ha destacado que con sólo 12 años ha conseguido superar a otros participantes de mayor edad.

Ateneo de Málaga. No sólo la Junta de Andalucía quiso celebrar con los malagueños la relevancia de la lectura como hecho vital de primer orden. El Ateneo de la capital organizó un singular acto con la presencia de ´personas libro´, bajo el título ´Proyecto Fahrenheit 451´. Apoyándose en el título y la trama del más popular libro de Ray Bradbury, una ciencia ficción ambientada en una sociedad en la que los libros están prohibidos, el Ateneo quiso reivindicar la importancia de la literatura como un acto puro de comunicación, más allá de la cultura y entroncado con lo esencialmente humano.