Convencido de que el libro impreso no desaparecerá nunca porque habrá románticos, como él, que pasen las páginas con los dedos, el polifacético escritor y cineasta David Trueba, que ahora escribe columnas de televisión, verá esta noche la gala de los premios Goya, a la que ha acudido en ocho ocasiones como candidato, pero nunca se ha llevado ningún galardón.

–Ahora escribe una columna sobre televisión, ¿eso le obliga a ver programas como ´Mira quién baila´?

–Tendré que verlo... en algún momento habrá que decir algo, pero trato de ver la tele desde otro lado, y no sólo programas de televisión sino ´pantallas´, ir buscando cosas en internet, sobre las que la gente tiene interés. La televisión ya no es lo que era antes, la gente rastrea programas, la ve de otra manera.

–¿Imagina sus libros en formato electrónico?

–Pues no lo sé, supongo que habrá que someterse a ello si se llegan a acuerdos, eso depende de los editores. Yo aún soy un poco escéptico, me gusta mucho el libro objeto, aún no he leído en formato electrónico, leo más a gusto en papel, pero supongo que si es una posibilidad de negocio... pues como en el cine, al final la gente lo consume más en casa, en dvd o en la tele, que en la sala.

–¿El acceso a la cultura gratuita es democratizar la cultura?

–Es que la idea de que se accede a la cultura de manera gratuita en internet es falsa, se accede pagando 40 euros al mes a Telefónica, que no está mal, y a mí me gustaría que a Telefónica, o a otro, se le pagaran 5 euros al mes y los otros 35 fueran para aquellos que hacen las obras porque, si no, cómo las van a hacer. Que sólo se lucre el canal me parece muy injusto. El ADSL y la banda ancha es la más cara y más lenta de Europa y, al mismo tiempo, somos el país europeo con más pirateo. Hay que equilibrar eso.

–¿Qué corre más peligro de desaparecer con las nuevas tecnologías: el libro de papel, el periódico, la música, el cine...?

–No va a acabar nada, ni siquiera el periódico, creo que va a seguir existiendo el papel y seguramente reducirán las grandes tiradas y cobrarán por el periódico en internet porque un periódico bueno hace un esfuerzo de trabajadores que no está al alcance de blogs y estas cosas. Necesitamos las empresas periodísticas y hay que valorarlas. Y el periódico seguirá existiendo en papel porque hay gente a la que le gusta todavía leerlo así, a lo mejor va a ser para una élite, para los románticos, igual que existe la ópera, aunque sea un arte muy antiguo. Más bien todo se fragmenta y hay mas opciones.

–Usted escribe guiones, libros, rueda películas, ¿qué proyectos tiene entre manos?

–Varias cosas. Un proyecto para una película para la que no encuentro financiación, aunque es una película bastante sencilla y barata, pero las cadenas no la consideran suficientemente comercial y estoy con problemas de dinero, aunque ya tengo el reparto y el guión y podría empezar a rodar mañana, pero no consigo el dinero y eso me tiene en espera.

–¿Será una comedia?

–No, más bien es un duelo casi dialéctico entre dos personajes de distintas edades. Yo percibo que a la gente le gusta pero al final me dicen: "¿Por qué no haces algo mas comercial?" Pero hay que hacer lo que te pide el cuerpo porque luego el espectador se guía por lo que le da la gana, no por modas. Quien crea que el público es predecible se equivoca. Tengo también algo para un canal de televisión, una miniserie, pero es un invento aún. Ideas y proyectos en mi cabeza tengo 20.000. Ya quisiera yo tener al lado una empresa que me produjera todo lo que pienso...

–Pero usted tiene muchas cosas en la cabeza, ¿cómo se organiza?

–Muchas, sí, es verdad que luego me empeño mucho y casi siempre saco adelante todas, y también me lo tomo todo a largo plazo. Entre la novela última y la anterior pasaron nueve años. Pero si a mí me dejan en un aeropuerto y mi vuelo se retrasa cinco horas, al único que no verán protestar indignado será a mí, porque estaré leyendo, pensando, o escribiendo en un cuaderno.

–Ha optado a los Goya varias veces pero no ha ganado ninguno.

–Sí, ocho veces, como director o guionista, y no me lo han dado nunca.

–¿Y eso escuece?

–Humm... (risas) No es que escueza pero hay un momento, sobre todo en las primeras, que piensas ¿tendré algo, me tienen manía? Pero en la octava, empiezas incluso a motivarte. Lo que más ilusión me haría, si te digo la verdad, es que me nominaran 25 veces y que no me lo dieran nunca; me haría gracia, casi más que ganarlo. Y que te nominen y no te lo den te evita dos cosas: que te tengan manía y que no hagas el ridículo recogiéndolo, porque en general la gente acaba agradeciéndoselo a su tía abuela y a su mujer, y casi mejor me lo ahorro.

–Este año su hermano sí entra en las candidaturas. ¿Veredicto?

–Creo que este año Fernando no va a recoger ningún premio, ni como director ni por la película; este año, no. Además, Fernando se toma esas cosas con mucha deportividad y aunque no sea favorito no se le ocurre no ir a la gala. Y si gana un tipo como Daniel Monzón, que tiene mi edad, a Fernando le parecerá perfecto. Siempre ha sido muy discreto a la hora de ganar y perder.

–Este año hay más adaptaciones que guiones originales. ¿Se plantea volver a escribir guiones?

–Es que ahora las películas que se hacen las deciden las televisiones y, en general, hay muy poco sentido del riesgo a la hora de encargar un guión original de la nada. Y salvo que seas un director como Almodóvar, que casi siempre escribe con material propio, es difícil que confíen en los guionistas. Hace unos años era mas fácil pero hoy hay muy pocas ofertas de gente que te pida un guión.

–También ha escrito canciones, a usted sólo le falta cantar.

–Pues... (risas) Tengo un amigo que dice que afino bien pero que tengo una voz horrible. Me encantaría cantar.

–¿Y qué música haría?

–No sé, mis músicos favoritos son Randy Newman, Josh Rouse, los Jayhawks, Elvis Costello, que tenía gafas, Neil Young... pero lo de cantar lo veo como una fantasía. Aunque ahora que se están hundiendo las casas de discos, quizás sea mi oportunidad.