La policía ha detenido en Marbella a un británico acusado de supuestos abusos sexuales a cinco menores, entre las que se encuentra su propia hija durante al menos siete años. El presunto pederasta, identificado como Peter C., de 42 años, estaba reclamado desde mayo por el Tribunal de Guilford (Reino Unido), donde se le juzgaba por los hechos cometidos. El titular del juzgado llegó a condenar en ausencia al británico, al que consideró culpable de las acusaciones de las jóvenes.

Los primeros abusos cometidos por este hombre, según fuentes judiciales británicas, se remontan a principios de los 90, cuando el británico residía en Gales. Según las declaraciones de la menor agredida, llegó a preguntarle "si no le gustaba cómo la estaba acariciando".

Las agresiones a las menores siguieron tras mudarse al municipio de Sheerwater, en el condado de Surrey (al suroeste de Londres), donde regentaba una tienda de ordenadores. Allí abusó en varias ocasiones de su propia hija y de las amigas de ésta.

Cumpleaños. Una de las menores, hija de unos amigos de la familia del británico, fue víctima con apenas once años. Se había quedado a dormir en casa del ahora detenido después de un cumpleaños y éste aprovechó para realizarle tocamientos. En otra ocasión abusó de otra de las niñas mientras su mujer daba a luz en el hospital, según las mismas fuentes.

Las chicas, que cuando sucedieron los hechos tenían edades comprendidas entre 14 y 17 años, denunciaron que habían sido víctimas de abusos sexuales continuados desde 2004 por parte de este hombre, aunque reconocieron que no habían dicho nada antes por temor a las represalias.

Peter se defendió entonces argumentando que todo formaba parte de un complot entre las adolescentes, a las que acusó de haber planeado sus estrategias chateando a través de internet.

El último día del proceso, que duró cerca de un mes, el supuesto pederasta no se presentó para oír la sentencia por lo que el juzgado emitió una orden europea de detención y entrega. Pese a la ausencia del acusado, el presidente del tribunal lo consideró culpable de los cargos y ahora se enfrenta a penas que oscilan entre los diez y los catorce años, según informó ayer la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía.

Costa del Sol. El fugitivo, cuyo último domicilio conocido fue en el municipio inglés de Camberley, a unos 17 kilómetros de Sheerwater (donde supuestamente ocurrieron todos los hechos), fue localizado en Marbella por agentes de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Udyco Central y del grupo III de la Udyco Costa del Sol, tras un intenso intercambio de informaciones con la policía del Reino Unido. Desde el principio sospecharon que podría haberse refugiado en la Costa del Sol.

Según fuentes policiales inglesas, al detenido le constan numerosos antecedentes penales por robo, estafa, hurto y manipulación de objetos robados, delitos cometidos desde 1981 a 1996.