Cien bares de la ciudad tendrán un medidor en su interior que enviará datos en tiempo real al Ayuntamiento sobre los decibelios generados. Esta medida, que ya supone más de un año de trabajo desde que se adjudicara el contrato de suministro a la empresa Plataforma Tecnológica, permitirá un control más eficaz de la contaminación acústica. "Recibiremos informes diarios de todos los establecimientos y podremos ver su evolución", afirma la concejala de Medio Ambiente, Araceli González.

El retraso en la puesta en marcha de este sistema de medición y envío de datos se debe a los problemas que ha encontrado el Centro Municipal de Informática (CEMI) para la transmisión de los resultados desde los establecimientos. "Es un tema complicado, pero ya se está terminando de resolver y esperamos que después de verano puedan estar en funcionamiento", adelantó.

La inversión de Medio Ambiente ronda los 120.000 euros para instalar un sistema sobre el que ya han experimentado los ayuntamientos de Benidorm y Vitoria. Precisamente éste último es uno de los más avanzados en la lucha contra la contaminación acústica. En el caso de Málaga, sería el primer municipio andaluz en contar con esta forma de controlar el ruido.

El funcionamiento de estos medidores consiste en la instalación de un módem junto a cada limitador del ruido para enviar las mediciones acústicas que ya realizan estos aparatos. Los datos se transferirán a una estación central situada en el CEMI y se procesarán en un ordenador con gráficos comparativos, donde se señalarán las puntas que se produzcan en las emisiones en cada uno de los bares.

El sistema permitirá seguir los cien bares de copas con licencia para poner música y que se sitúan, en su mayor parte, en el Centro Histórico.

El control en tiempo real de las emisiones ofrece una mejor prevención de las molestias por el ruido, simplificando la detección de un mal funcionamiento o manipulación. Además, como no es necesario hacer mediciones de forma presencial, la eficacia del seguimiento es mayor y mucho más continuada, como reconoce la concejala de Medio Ambiente.

En la actualidad, los propietarios de los bares tienen que llevar las mediciones cada dos meses al Ayuntamiento, algo que se podrá obviar al contar el área de Medio Ambiente con los datos diarios y tomados en tiempo real.

Los dispositivos utilizan el sistema GPRS para transmitir las mediciones a la estación central, aunque el trabajo del CEMI se ha concentrado en conseguir mayor eficacia en los envíos de información.