El presidente de Unicaja y de la Federación Andaluza de Cajas de Ahorros (FACA), Braulio Medel, ha señalado hoy que la economía española se encuentra inmersa en un período "de ajuste" que durará dos años "antes de entrar en una nueva fase que sí tendrá una estabilidad mayor".

Medel, que hoy ha participado en la presentación en Málaga del Informe Anual del Turismo en Andalucía de 2007, ha asegurado a los periodistas que "está claro" que hay una situación de ajustes, aunque ha explicado que no va a haber una situación de continuidad muy marcada en estos niveles.

Ha manifestado que "la situación económica general está claro que es de un debilitamiento respecto a la senda anterior de la economía española" porque se viene de unos crecimientos muy elevados y "muy difíciles de mantener".

En este sentido, ha considerado que "la desaceleración y debilitamiento de la economía se nota más cuando viene de unas posiciones muy altas que cuando uno viene de unas situaciones muy estables".

Preguntado por si todavía está por llegar lo peor de la crisis, Medel ha señalado que dependerá de en que sentido se vea porque si se cifra en que la economía crecerá menos el año que viene "sin ninguna duda es lo que pronostican todos los analistas y expertos", pero ha manifestado que también prevén "que probablemente luego empezará a haber una fase de recuperación".

En cuanto al crecimiento del mercado de trabajo, Medel prevé que "estará en una situación algo peor de lo que está ahora", pero que otros sectores continuarán en positivo, como el turismo, "que es una magnífica palanca de continuidad dentro de la economía andaluza y española".

Para el presidente de Unicaja, "eso de extraer conclusiones dramáticas sería un error" porque la historia de la economía "es una historia continua de situaciones buenas, de situaciones críticas y de situaciones que salen de esa crisis", que es "lo único seguro", que la situación negativa se acabará.

Como retos ha señalado la obligación de adaptarse a una nueva situación con dos objetivos esenciales, "preparar el futuro de esa nueva fase lo mejor posible y procurar que en estos dos años los perjuicios económicos y sociales sean los menores posibles", sobre todo en las capas menos favorecidas de la sociedad.