Juan, malagueño de 48 años y separado, responde al perfil de cientos de ciudadanos de clase media que se han visto gravemente afectados por la crisis. Trabajaba en la construcción y desde mediados del año pasado está en paro. Tras cobrar diez meses el desempleo, actualmente, no percibe ya ningún ingreso. Su situación es límite.

Pero a pesar de todo Juan no pierde la sonrisa, aunque literalmente no tenga ni para comer. Sus dos hijas ya están casadas y no dependen de él, pero este vecino malagueño es responsable aún de su hijo de 15 años, que está a su cargo. Ahora ha solicitado la ayuda familiar y está a la espera de contestación.

"Llevaba cerca de tres años en mi empresa, desde octubre de 2005 y ya he dejado de cobrar el desempleo. Nos echaron a unos pocos a causa de la crisis", lamenta. "Pago 330 euros al mes de un préstamo personal y también tengo que abonar 217 euros de alquiler. He echado el currículum en todos lados, pero nada, no encuentro nada. Perspectivas veo pocas, esperas un tiempo pero ves que no sale nada, y yo no soy el único", narra.

Juan y su hijo han sido dos de los beneficiarios del cheque-menú de Unicaja, iniciativa puesta en marcha por la obra social. "A mí me ha venido muy bien porque así no gasto", dice. Este malagueño acude cada semana a la Liga Malagueña –una de las entidades colaboradoras del proyecto– a recoger sus vales para una semana. Precisamente la discreción y el anonimato se quieren primar en esta iniciativa dirigida a personas de clase media afectadas por la crisis y reacias a ser ´señaladas por el dedo´ al aceptar este tipo de ayudas.

En el caso de Juan esta máxima se está cumpliendo. "El trato del personal del restaurante al que voy es muy bueno y la comida está muy bien. Hay menú para elegir entre varios primeros, segundos y postre. Siempre hay ensalada y sopa de picadillo de forma fija y de segundo carne o pescado. Incluyen según el día callos, croquetas... es muy variado", explica. Juan acude diariamente a uno de los establecimientos seleccionados, almuerza y se lleva la comida de su hijo a casa, ya que éste sale a las 14.45 horas del instituto.

Desde la Liga Malagueña por su parte destacan que los cheques van destinados a personas desempleadas por la crisis. Existen otras entidades distribuidoras de estos vales. "Nosotros tenemos cheques para 25 personas de lunes a domingo. No solemos realizar este tipo de atención asistencial, ya que lo que ofrecemos normalmente es una atención integral", explica una portavoz de esta entidad. Unicaja ha donado 125.000 euros. Serán unas 18.750 comidas que se repartirán a lo largo de seis meses en la capital.