Bolardo va, bolardo viene. El Ayuntamiento de Málaga instalará de nuevo en varios días los bolardos fijos colocados en diversas calles del Centro Histórico el pasado viernes, según aseguró ayer a este periódico el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero. Los hechos sucedidos en los últimos días con este elemento urbano como protagonista han sido lo menos sorprendentes.

El Consistorio, siguiendo con la implantación del sistema de control de accesos, colocó el viernes pivotes fijos en diversas calles del casco histórico. Éstos complementan a los bolardos móviles que desciende a ras del suelo para dejar paso a los vehículos autorizados tras ser identificados.

El asunto desató las protestas de algunos vecinos de la zona, que decían sentirse encerrados. Los bolardos fijos estaban situados entre otras calles en Compañía, Pozos Dulces, la plaza del Carbón o Uncibay. Curiosamente el mismo día de la publicación en este periódico de estas quejas los bolardos ´desaparecían´ de sus enclaves ante el desconocimiento por parte del responsable de los mismos (Movilidad), del por qué y de su destino. El concejal Juan Ramón Casero conocía de hecho por este rotativo que éstos ya no estaban y pensó incluso en un primer momento en la posibilidad del robo, según comentó ayer.

Pero el ´misterio´ de los bolardos pronto quedó aclarado. Fue el Área de Urbanismo la que solicitó la retirada de estos pivotes porque, al parecer, según explicó ayer Casero, éstos estaban causando molestias importantes a diversas obras que se están acometiendo en la capital. Se procedió de esta forma por tanto para facilitar estas actuaciones, tales como el propio Museo Thyssen.

El caso es que la misma empresa que los colocó los volvió a retirar y nadie infirmó al Área de Movilidad. El edil admitió que ha existido "cierta descoordinación" entre ambos departamentos, un hecho del que dijo que no es "justificable" pero sí "explicable" ante las vacaciones del personal, por lo que "no todo el mundo está en su puesto habitual".

Casero aseguró que los bolardos volverán en unos días a instalarse de nuevo en estas vías y quiso disipar cualquier duda que haga pensar que existe disparidad de criterios e incluso enfrentamiento entre los dos concejales responsables de estas áreas.

"Ayer [por el martes] hubo una falta de comunicación que coincidió con una queja vecinal. Esto llevó a que pareciera que había una causa y efecto, pero no es así, los bolardos volverán a su enclave", insistió. El edil remarcó que tras las primeras quejas manifestadas por los vecinos éstos se sienten ahora satisfechos con la respuesta del Ayuntamiento.

El Área de Movilidad se ha comprometido con los residentes a mostrarles la semana que viene el funcionamiento de estos pivotes que cuentan con llaves (que tienen a su vez los servicios de emergencia y Limasa) para que comprueben que no existe peligro alguno ante un caso extremo.

Casero recordó además que en todos los casos hay itinerarios alternativos para los vecinos y remarcó no obstante que si se detectase algún fallo el Ayuntamiento estaría dispuesto a cambiar estos pivotes o incluso a eliminarlos si así se determina como lo más conveniente. Los vecinos por su parte han manifestado su satisfacción por la respuesta recibida desde el Consistorio.

Tampoco han faltado las críticas de la oposición. El grupo municipal socialista censuró la "descoordinación" existente en el equipo de gobierno y reclamó al alcalde, Francisco de la Torre, que "ponga orden" tras lo que calificaron como "disputas internas" que está repercutiendo en los intereses de los ciudadanos. La portavoz adjunta Mariluz Reguero consideró necesaria una reestructuración del gobierno del PP para atajar esta "descoordinación", "improvisación" y "falta de información".