Estepona vive una situación peculiar. La plantilla municipal está claramente sobredimensionada para sus necesidades. De hecho, el peso que tiene este colectivo en el municipio es tremendo. Uno de cada 44 habitantes de esta localidad trabaja en el ayuntamiento esteponero, una proporción que dice mucho del exceso de peso de la administración local en este pueblo.

El origen de esta situación se remonta, y esto no es un secreto, a la época de Jesús Gil Marín, aunque mantenida durante la época de Antonio Barrientos. Sin embargo, en este caso, no se acudió a las oposiciones de funcionariado, sino a la creación de empresas municipales como una estructura paralela y mayor que el propio ayuntamiento.

El paso de Gil Marín supuso que la plantilla de las empresas municipales empezara a sobrepasar a la del propio ayuntamiento. Así, en 2004, un año después de acceder a la alcaldía, disponía de unos 500 funcionarios, pero 648 empleados en organismos municipales. Seis años después, esta herencia continúa y ha aumentado, ya que de los 1.320 trabajadores municipales, unos 817 están adscritos a empresas del ayuntamiento y apenas 510 son funcionarios.

Nerja es otro de los municipios donde el peso del funcionariado es también muy alto. Hay uno por cada 48 habitantes, una cifra importante para un municipio con menos de 20.000 habitantes y 400 trabajadores municipales.

Le sigue Marbella, con una estructura que también habla por sí misma, ya que dispone de 2.215 empleados municipales para atender a sus 125.519 habitantes, lo que se traduce en que uno de cada 56 censados tiene una relación contractual con la administración local. Porcentaje que aumentaría de forma notable al contar sólo la población activa.

En el límite de la sobredimensión de las plantillas de los consistorios estarían Alhaurín de la Torre y Coín, que han incrementado de forma notable su personal en los últimos diez años. En el primer caso, ha pasado de 326 a 500 empleados en el ayuntamiento, lo que supone un funcionario por cada 61 habitantes. Coín, por su lado, ha experimentado un incremento del empleo municipal muy alto, al alcanzar los 321 empleos frente a los 144 que tenía en nómina en el año 2000. Eso ha disparado la proporción de funcionarios, al llegar a uno de cada 64 vecinos de este municipio.

Más equilibradas son las plantillas de otros municipios, como son los casos de Málaga (un trabajador municipal por cada 162 habitantes); Rincón de la Victoria (uno por cada 157), Vélez Málaga (uno por cada 146) y Antequera (uno por cada 141). La proporción entre el censo y las plantillas de los ayuntamientos es más lógica y se encuentra dentro de un nivel muy bueno respecto a otros municipios de la provincia.