Un nuevo golpe contra la delincuencia organizada ha finalizado con la detención de siete personas y la imputación de otras tres a las que se les acusa de al menos seis robos con fuerza en varios establecimientos de la capital malagueña. Concretamente, la Policía Nacional de Málaga los señala como presuntos responsables de los asaltos cometidos en cuatro farmacias y dos estancos en las últimas semanas, locales que estudiaban previamente y a los que accedían de noche a través de butrones en el techo o reventando las ventanas de seguridad de las boticas.

Según ha podido saber La Opinión de Málaga, este ´modus operandi´ ha sido confirmado en las declaraciones de algunos de los farmacéuticos afectados, ya que más de uno ha reconocido a los presuntos ladrones durante su fase de estudio de los establecimientos. Incluso, en uno de los testimonios se destaca cómo algunos de los detenidos visitaron el local días antes del asalto y cómo "miraban continuamente al techo".

Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que eran golpes rápidos y certeros. Apenas dejaban rastro, salvo señas digitales de dos de los imputados en los alrededores de uno de los locales y una mancha de sangre. Al parecer, uno de los detenidos se cortó en la pierna durante una de las actuaciones y dejó su ADN en una de las farmacias asaltadas.

La posible participación de algunos de los detenidos en una oleada de robos perpetrados en el municipio granadino de Almuñécar el pasado mes de enero ha podido contribuir a una rápida investigación policial.

Botín. A pesar de que los imputados dieron varios domicilios falsos, los agentes de la Policía Nacional lograron localizar el piso franco de la organización, lugar en el que hallaron algunos objetos robados. Las mismas fuentes detallaron que en el registro se intervino una importante cantidad de dinero en metálico, un gran número de cajetillas de tabaco, productos de farmacia y otros objetos cuya procedencia está siendo analizada por los investigadores. Entre los productos farmacéuticos, destacan los relacionados con mujeres embarazadas, hecho que podría tener relación con el hecho de que la única mujer detenida en la operación se encontraba en estado. Los registros se extendieron a un vehículo que supuestamente había sido utilizado por algunos de los imputados. Allí, los agentes encontraron una cizalla, un cortafríos y un guante con bolitas que impide dejar huellas.

Según apuntaron ayer fuentes judiciales, tres de los detenidos ya están en prisión preventiva, mientras que al resto se le ha prohibido salir de nuestro país. Para ello, se les ha retirado el pasaporte y tendrán que presentarse y firmar. Nueve de los imputados son de origen rumano y otra, una mujer, de nacionalidad búlgara.