El cinéfilo que ha viajado a Nueva York, en algún momento, comentará que ha reconocido tal o cual esquina de una película. Que andar por sus calles era como hacerlo por un gran decorado de series y películas. De hecho, es quizá una de las ciudades, sino la que más, más retratadas en el cine.

Málaga no puede rivalizar, ni de lejos, con Nueva York. En realidad sólo plantearlo parece un despropósito. Sin embargo, también hay una humilde lista de lugares cinematográficos que se van engrosando poco a poco. No hay más que recordar, por lo que se ha comentado últimamente, el tranvía que ha sido restaurado por los trabajadores de la EMT y que ha estado durante unos 20 años en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, a la altura de El Morlaco.

Este tranvía participó en la película Lawrence de Arabia, formando parte del decorado de una reconstruida El Cairo en Almería. El tranvía malagueño aparece lleno de egipcios durante unos segundos, en el fondo de la imagen, mientras habla Peter O´Toole. Por cierto que, para participar en la película, el tranvía también fue maquillado, al ser pintado con el color pardo que lucía en los últimos años en lugar del azul original.

No es la única referencia cinematográfica internacional. El mercado de Salamanca también fue elegido como decorado para representar Argel en la película Mando perdido (Los centuriones), una coproducción franco-americana de 1966, con Claudia Cardinale, Anthony Quinn, Alain Delon y George Segal. La presencia de tanta estrella internacional causó un notable revuelo en Málaga durante esa época, en especial la bellísima Claudia Cardinale.

Más recientemente, Málaga se ha exportado con la adaptación al cine de la primera novela de Stieg Larsson, Los hombres que no amaban a las mujeres, que en la parte final recurre a una vista de Gibralfaro y del paseo marítimo de Pablo Ruiz Picasso para recrear Marbella.

La Catedral y la plaza del Obispo se transmutaron en una ciudad del Perú colonial del siglo XVIII en la película El Puente de San Luis Rey, en la que participaron algunas estrellas actuales como Robert De Niro, Kathy Bates o Harvey Keitel, entre otros.

También muy recientemente, la ferretería de la calle Santa María y los Baños del Carmen recuperaron el ambiente de los años 70 en la adaptación al cine de la novela La Cañada de los Ingleses, de Antonio Soler, que fue dirigida por Antonio Banderas.

Este sucinto repaso por Málaga en la gran pantalla no puede cerrarse sin recordar la película Amanecer en Puerta Oscura (1957), donde la Semana Santa de Málaga y la ciudad son protagonistas de esta historia en la que actúa un joven Francisco Rabal.

Sentido del humor

Ver el tranvía recuperado en la plaza de la Marina ha recordado a muchos la chufla que había con su cartel con las paradas, que era: Alameda-Carmen-Palo. En esa época, las décadas del 40 al 60, se generalizó la broma de denominar la línea «A la mierda Carmen Polo», parafraseando con sarcasmo el cartel original.