Internet y las nuevas tecnologías como el "e-book" han contribuido a acercar la lectura a los jóvenes, pero ha disminuido su capacidad de leer libros y textos largos, ya que se aprecian dificultades en los alumnos a la hora de comprender argumentos extensos.

Así lo ha asegurado hoy en Málaga el filósofo y presidente del comité científico del Observatorio Andaluz de la Lectura, José Antonio Marina, quien considera que la red crea la "inquietud" de pasar de una información a otra constantemente, lo que resulta "más divertido" que leer un texto grande.

"Los alumnos de prácticamente toda Europa tienen menos capacidad para comprender argumentos largos, lo que desde el punto vista social y político es un problema grande porque si no entienden argumentos, se regirán por eslóganes publicitarios o consignas", ha manifestado Marina a los periodistas.

Según el filósofo, esos "problemas no esperados" que las nuevas tecnologías han introducido en la lectura se han llegado a observar también en personas "muy lectoras".

Por otra parte, Marina ha expresado que el nivel de lectura de los andaluces se encuentra "estancado" y 4,4 puntos por debajo de la media nacional, lo que resulta "preocupante" porque "no se están produciendo resultados" a pesar de haber invertido "mucho".

Respecto a los jóvenes andaluces, Marina ha señalado que su nivel de lectura está 6,7 puntos por debajo de la media nacional, aunque el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, ha precisado que en el caso de los que cursan estudios universitarios está 4,5 puntos por encima.

Para mejorar los niveles de lectura, tanto Marina como Plata se han referido a la puesta en marcha de un segundo Plan Integral para el Fomento de la Lectura, que contempla "por primera vez" la coordinación de cuatro consejerías.

En ese sentido, Plata, quien ha presidido hoy en Málaga la reunión del Consejo del Observatorio, ha informado que en este plan, que se llevará próximamente al Consejo de Gobierno de la Junta, estarán presentes las consejerías de Cultura, Educación y Bienestar Social, así como la de Innovación Ciencia y Empresa.

Entre los objetivos del plan se encuentra integrar las iniciativas de la red de bibliotecas públicas y del sistema educativo, que según Marina necesita formar a los profesores en didáctica lectora con la ayuda de las universidades, ya que se ha apreciado "poca afición lectora" entre los maestros.