Unos 5.000 jornaleros en el entorno del municipio de Mollina, en las cercanías del límite provincial con Sevilla y Córdoba, y otros 4.000 en la Serranía de Ronda, sumados a más de un millar de campesinos en la Axarquía, han iniciado ya las labores de una nueva vendimia en las principales comarcas malagueñas que son productoras históricas de uva.

En términos generales se avecina un buen año, con la excepción de los males que azotan a la Costa del Sol más oriental y más concretamente a las franjas axárquicas donde más tradición tiene la vendimia: El Borge-Almáchar-Moclinejo-Iznate y Cómpeta-Sayalonga-Torrox-Arenas. Según avanza la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) en Málaga, en Ronda y alrededores se generarán 1,5 millones de kilogramos, a envasar en 1,2 millones de botellas de diferentes vinos autóctonos. Y en la comarca antequerana, en Mollina y otras localidades cercanas, la producción superará los 4 millones de kilos.

Hasta el próximo mes de octubre se prolongarán las faenas en la provincia. El técnico de Asaja Ronda, Rafael Cordero, se muestra especialmente optimista en cuanto a las perspectivas de producción, con un incremento del 10% sobre las cifras del pasado año. Además, la calidad del producto, en un periodo marcado por la bonanza meteorológica, es a su juicio «excelente».

«Los agricultores están muy satisfechos con la uva que están recogiendo, tanto el grado como la acidez del fruto están en su punto exacto, motivado, posiblemente, porque las temperaturas estivales no han sido excesivamente altas en esta zona». Pero es que Cordero destaca además la situación de los mercados, que junto a los consumidores «también están poniendo en valor en los últimos años la calidad de los caldos rondeños».

A diferencia de otras áreas de la provincia, Ronda no deja de crecer en número de nuevas bodegas y denominaciones de origen propias. «El viñedo y la producción de vino en Ronda y su comarca es anterior, incluso, a la época romana, pero ha estado unos años dormida. Sin embargo, ahora, después de casi 27 años sin bodegas, se han instalado unas 35». Esa serie de explotaciones dan empleo a 4.000 trabajadores eventuales que en estas fechas incluso doblan turnos para recorrer unas 230 hectáreas de viña de la Serranía.

Más hectáreas de terreno están dedicadas a la uva en las inmediaciones de Mollina, porque actualmente son ya más de 700. En esta parte de la provincia se localizan los dos mayores productores de vino de la provincia: la cooperativa Virgen de la Oliva de Mollina, que aglutina unas 450 hectáreas de viñedo pertenecientes a unos 150 socios, y las centenarias bodegas Málaga Virgen, con 250 hectáreas propias cultivadas en Fuente de Piedra.

La vendimia comenzó aquí a mediados de agosto con la variedad blanca de uva moscatel, después se inició la recolecta de las uvas tintas de la variedad Merlot y tras ellas, de las Syrah. La Pedro Ximén, la uva más cultivada en esta zona, se recoge no obstante desde los primeros días de septiembre. Y en las próximas semanas, ya para concluir la temporada, se recogerá la Lairen y la Doradilla. No es casualidad que este mismo fin de semana se haya celebrado además en Mollina la Feria de la Vendimia, que está declarada de Interés Turístico Nacional.

En la Serranía también cambian los procedimientos de una a otra variedad. Las primeras a recolectar son las denominadas Pinot Noir, Tempranillo, Merlot y Cardonet. Una hectárea de viña, en condiciones normales, puede producir en Ronda unos 7.500 kilogramos de uvas, que a su vez generan alrededor de 6.000 litros de vino, como indica Asaja Ronda.

El reto de mejorar los precios

Los técnicos antequeranos, por su parte, destacan que también se ha beneficiado esta campaña por la situación meteorológica que se atraviesa actualmente: «No se han registrado incidencias climáticas que hayan entorpecido la producción ni la calidad y, si todo va según lo previsto, en lo que queda de vendimia, podemos esperar una producción en torno a cuatro millones de kilos, siendo la calidad de la uva muy buena», explicó Miguel Ángel Gutiérrez, gerente de Tierras de Mollina.

Esa cifra es similar a la alcanzada en 2010, y dado que actualmente los precios no mejoran, desde la marca malagueña, creen que se cumplirán las previsiones. El caballo de batalla para el sector sigue siendo los precios, sin grandes cambios en los últimos años. Por la uva se sigue pagando aproximadamente unos 0,16 céntimos el kilo, algo que apenas ha variado respecto al año anterior.

En cuanto a la comercialización, en la actualidad, el Grupo Hojiblanca tiene una importante participación en la marca Tierras de Mollina y se encarga de llevar los vinos en un proceso de expansión internacional de la marca. Aún así según el departamento comercial los objetivos pasan también por tener mayor presencia en el territorio nacional. El vino de Mollina llega ya a Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Dinamarca o Bélgica. De hecho, las exportaciones suponen algo más de un 20 por ciento de las ventas de la marca. «Unas cifras que esperamos superar en este año», asegura Arturo Jimena, del departamento comercial de Tierras de Mollina.

En cuanto a la marca Málaga Virgen, bodega fundada en 1885, ya se comercializan sus variedades en toda España y se exportan a los cinco continentes. Con una capacidad de almacenamiento que supera los tres millones de litros y una producción que este año rondará los 1,5 millones de kilos de uva y empleará a más de 3.000 jornales durante esta temporada.