El menor de 17 años que fue detenido como presunto autor de la muerte de la niña de 13 años María Esther Jiménez Villegas, vecina de Arriate, será juzgado a partir de hoy en el Juzgado de Menores número uno. La fiscalía malagueña y la acusación particular, en representación de la familia de la niña, han solicitado ocho años de internamiento para el menor, al que acusan de un presunto delito de asesinato, seguidos de otros cinco de libertad vigilada. La defensa ha pedido inicialmente la absolución. Está previsto que la vista tenga lugar entre hoy y el viernes.

Al tratarse del juicio de un menor, los medios de comunicación no podrán acceder a la sala de vista, según fuentes judiciales.

María Esther desapareció el 19 de enero de este año y para su búsqueda se puso en marcha un dispositivo especial. Finalmente, su cuerpo fue encontrado un día después en el interior de una caseta asociada a una piscina en las afueras de Arriate y presentaba un traumatismo craneoencefálico.

Está previsto que el juicio comience con la declaración del acusado. Posteriormente comparecerán los testigos, después tendrán lugar las pruebas periciales y finalmente las conclusiones.

Durante la instrucción, el menor se declaró inocente ante la Fiscalía de Menores de Málaga pero la abogada de la familia de la víctima, Bárbara Royo, entiende que hay pruebas suficientes para incriminarle un delito de asesinato.

El joven acusado de la muerte de María Esther fue detenido dos semanas después de que se encontrara el cadáver y actualmente está ingresado en un centro de menores. Los investigadores hallaron restos que podrían ser de sangre en una zapatilla deportiva en el transcurso del registro domiciliario en la casa del chico –cuyo nombre corresponde a las iniciales R.V.R.– y las pruebas de ADN practicadas coincidieron con el arrestado.

El Juzgado de Menores número 1 de Málaga ordenó el pasado mes de febrero el internamiento preventivo del joven en régimen cerrado durante seis meses, el máximo que establece la ley, aunque posteriormente, en agosto, se prorrogó por otros tres meses más.

La autopsia confirmó la muerte violenta de la niña, cuyo cuerpo se encontró un día después de su desaparición con la cara cubierta en una caseta donde los investigadores hallaron muchas huellas.

Dos meses y una semana antes de la muerte, se recibieron en la casa de la niña dos cartas anónimas con amenazas hacia la menor y que terminaban con la frase «María Esther, si hablas te mato». Los padres pusieron el contenido de esas misivas en conocimiento de la Policía Local y el instituto de la joven, y fue a raíz de la muerte cuando informaron a la Guardia Civil.