Cambian los tiempos, mutan las enfermedades. Los síntomas de la alergia ya no responden en exclusiva a los movimientos de las plantas. En los últimos años, los expertos han detectado un aumento de las patologías relacionadas con alimentos y productos alimentarios; las alergias del presente y del futuro, profundamente enraizadas con el modelo de vida contemporáneo.

Según Elena María Reina, alergóloga del Hospital Quirón, el fenómeno se vincula a factores como la contaminación o el exceso de celo en la higiene, que impide el contacto con los microorganismos y la formación adecuada de defensas. El incremento de este tipo de reacciones deja un dato bastante significativo; de acuerdo con la especialista, la proporción de alérgicos en las zonas urbanas ya supera a la de los pueblos, pese a la mayor exposición de estos últimos a los pólenes de las plantas.

Las nuevas alergias surgen de la proliferación de los aditivos alimentarios, pero, sobre todo, aunque parezca una contradicción, del abuso de la limpieza. Muchos de los nuevos pacientes son niños acostumbrados a ambientes cercanos a la asepsia, sin apenas relación con los gérmenes. «Se han dado casos de pieles que se irritan simplemente por encarar el viento durante un viaje en moto», señala Javier Tudela, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga.

El especialista aconseja el uso de detergentes y jabones menos agresivos con la epidermis y sus mecanismos de protección naturales, sobre todo, en los casos de limpieza excesiva. «Si una persona se ducha más de una vez al día conviene tomar precauciones», puntualiza.