Tuvo que llegar una catástrofe, de incalculables dimensiones en cuanto al valor medioambiental de las 400 hectáreas calcinadas el pasado mes de septiembre entre los términos municipales de Mijas, Marbella y Ojén, para descubrir que los bomberos malagueños con base en distintos parques no utilizaban la misma frecuencia en sus receptores de radio. El verano se presenta con más riesgo de incendios, pero con deficiencias de este tipo que afortunadamente ya son historia en Málaga.

Llama poderosamente la atención que a estas alturas, en una provincia con tantas áreas montañosas y de difícil acceso, nadie hubiese imaginado un fuego de dimensiones considerables como para movilizar, junto a los medios de emergencias del Infoca, a diez unidades de diferentes parques de bomberos de la provincia. En las horas nocturnas a las que se produjo el gran incendio de Mijas, con la incertidumbre de si había o no viviendas no desalojadas con la amenaza del fuego entre sus muros, cabe imaginar una Torre de Babel, pero de efectivos contra las llamas, donde entre las distintas unidades no cabía la radio como vía de contacto.

El jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, José Espinosa, ha expresado a este periódico que una de las novedades más importantes para esta nueva temporada estival parte de ahí, de esa necesidad de reajustar equipos y de establecer «una misma frecuencia para todos los parques de bomberos de la provincia». Pero también se han multiplicado esfuerzos en materia de formación, con la intención de que la dotación de medios humanos del Consorcio esté cada vez más equipada en materia de extinción de fuegos en áreas rurales o forestales.

Y, de forma paralela, «todos los vehículos adquiridos durante los últimos tiempos están dotados de sistema 4x4, porque precisamente somos cada vez más necesarios en esos entornos rurales a los que por cercanía llegamos los primeros», agrega. Entre esas últimas incorporaciones figuran un total de nueve camiones, «cuatro rurales ligeros y otros cuatro pesados, además de un camión nodriza de gran capacidad, capaz de albergar 8.000 litros de agua».

Espinosa se muestra orgulloso de que cualquiera de los parques de la provincia, donde trabajan más de 250 bomberos, «tiene capacidad ya para poder actuar en cualquier zona rural». A su juicio, el verano se presenta complicado, porque ha llovido en menor medida que durante el invierno anterior, pero a la vez destaca que este aspecto meteorológico también ha propiciado que existan áreas con menos vegetación que otros años.

En las peores condiciones. Los bomberos malagueños saben perfectamente qué días y a qué horas se pueden presentar circunstancias más adversas a la hora de controlar un incendio. De ahí que se extreme la precaución, como entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para detener a ciudadanos negligentes o pirómanos, cuando el viento sopla a más de 30 kilómetros por hora o el terreno potencialmente afectado muestra una pendiente superior al 30%.

«También influyen unas condiciones de humedad determinadas. Pero tenemos indicadores claros de cuándo puede registrarse un incendio importante. Y si encima se produce, como ocurrió en Mijas, a última hora del día, cuando no tienes medios aéreos, el problema se multiplica», concluye el jefe provincial.

El apoyo de 14 parques con 252 bomberos. El Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga mantiene periódicos encuentros con los responsables del Infoca para mejorar día a día la coordinación entre agentes. Actualmente el organismo provincial ofrece, en caso de catástrofe forestal o también en pequeños incendios a los que suele acudir, por cercanía, más rápidamente, el apoyo de 252 bomberos distribuidos en los 14 parques existentes en Málaga. En áreas determinadas, como la Costa del Sol Occidental, incluso se han diseñado planes conjuntos con los dos parques de esta zona, para potenciar la seguridad en materia de incendios.