Era una queja habitual de las familias cada inicio del curso. La vuelta al cole les seguía saliendo bastante cara, a pesar de la existencia del cheque libro, que en teoría, está pensado para que los padres se ahorren una buena suma en la compra del material curricular de sus hijos. Los centros docentes, sobre todo los concertados, recomendaban a las familias la compra de cuadernillos, libros y manuales de ejercicios adicionales a los libros de texto que restaban eficacia al plan de gratuidad de libros de texto impulsado por la Junta. En algunos casos, esos gastos superaban los cien euros por alumno. Este año, sin embargo, la Junta ha dictado una normativa en la que pide a los colegios que no exijan la adquisición de ningún tipo de material complementario. Un respiro ante la empinada cuesta de septiembre, en tiempos de crisis económica.

La norma define el libro de texto como «el material curricular destinado a ser utilizado por el alumno, que desarrolle de forma completa el currículo establecido en la normativa vigente en la comunidad autónoma de Andalucía para el área, módulo o ámbito que cada curso, ciclo o etapa educativa corresponde», por lo que se hace innecesaria le recomendación de adquirir cualquier otro material curricular con cargo a las familias.

Esta situación había sido denunciada por las asociaciones de padres y la Junta se había puesto manos a la obra. Este año, si algún centro decide pedir algún material añadido a los libros de texto, debe pasar antes por la Inspección Educativa para su autorización, «y es probable que ésta no la autorice», aseguran fuentes de colegios concertados de la capital.

El principal desembolso se encontraba en los cuadernillos de ejercicios y que, además, solían renovarse cada trimestre, por lo que este gasto podía llegar a multiplicarse por tres a lo largo del curso escolar. Otro capítulo correspondía al material fungible (el que se utiliza para escribir, dibujar, pegar...) y que es de uso individual y, por tanto, no puede ser heredado como en el caso de los libros de texto.

Séptimo año con libros gratis. El programa de gratuidad se puso en marcha en 2005 y se desarrolla en régimen de préstamo, de modo que los libros son propiedad de la Junta de Andalucía y permanecen, una vez concluido el curso académico, en el centro donde el alumno haya estado escolarizado para que puedan ser utilizados por otros compañeros en años sucesivos. Este material se renueva cada cuatro años. El próximo curso, algo más de 83.000 escolares de la provincia renovarán sus libros de texto con cargo a este plan que alcanza la totalidad de la educación obligatoria, desde primero de Primaria hasta cuarto de la ESO, y que a pesar de los recortes en Educación, no va a verse afectado.

De hecho, la Consejería de Educación mantiene este año la inversión de 15 millones de euros para reponer los manuales de primero y segundo de Primaria (como todos los años, ya que a esas edades escriben y dibujan sobre sus materiales y no pueden ser reutilizados) tercero y cuarto de Primaria y segundo de la ESO.

Para el resto de cursos, se mantiene el programa de gratuidad en la modalidad de préstamo, aunque se reponen los libros que estén estropeados, aunque por norma general, los alumnos malagueños cuidan bien de su material escolar. De hecho, este programa de gratuidad no sólo tiene como objetivo ayudar económicamente a las familias, sino también inculcar al alumnado que han de usar sus manuales de manera responsable.

Se amplía un año la vigencia de los libros de cuarto de la ESO. Los centros educativos han entregado el cheque libro junto con las notas en Primaria, y en el mes de julio, tras la matriculación, en el caso del alumnado de Secundaria. Con este documento, los padres pueden acudir a la librería que quieran y comprar este material. Sin embargo, y aunque tocaba su reposición este año, la Junta ha ampliado un curso más la vigencia de los libros de texto de cuarto de la ESO hasta que se defina, por parte del Ministerio de Educación, el desarrollo curricular de esta etapa educativa. Así que a partir de septiembre, los escolares que promocionen a este último curso de Secundaria heredarán unos manuales con cinco años de antigüedad y después de haber pasado por cinco mochilas diferentes. El Gobierno del PP pretende convertir cuarto de la ESO en un curso puente entre el Bachillerato y la Formación Profesional, ya que una de las primeras reformas que anunció el ministro Wert es que el Bachillerato pasaría a ser de tres cursos. La Junta ha tomado esta decisión para evitar el gasto para un solo curso.