Las de la Estrella han sido unas de las elecciones cofrades que más interés han despertado en los últimos meses, y eso que ha habido muchas y polémicas. Antonio Villalba se impuso en segunda vuelta a Joaquín Ferre por un ajustado margen de cinco votos y desde el miércoles es el nuevo hermano mayor.

­Media Málaga cofrade tenía puestos sus ojos en la Estrella y en el cabildo de elecciones que se celebró el miércoles en segunda vuelta. Antonio Villalba, que representa al sector que defiende la necesidad de que la hermandad recupere el rumbo, se impuso en una ajustada votación por 233 sufragios a los 228 que obtuvo el otro candidato. 461 hermanos acudieron a las urnas. Villalba tiene previsto jurar su cargo el 28 de julio y el primer objetivo es obligado: acabar con la fractura interna.

¿Qué sensación tuvo cuando en la primera vuelta cayó derrotado por sólo dos votos?

Estuvimos trabajando con mucha ilusión y cada uno supo aportar su granito de arena. Perder por una diferencia tan estrecha fue muy decepcionante, porque nuestro trabajo merecía la recompensa de la victoria en las urnas. Nos vinimos un poco abajo, porque a nadie le gusta perder. Pero nos sentimos fuertes a partir de que el Obispado ordenó convocar una segunda vuelta porque así lo definen las reglas y Ferre no había ganado por mayoría absoluta.

¿Que hayan ido a votar 461 hermanos, 39 más que la primera vez, demuestra que están interesados por la vida de la cofradía más allá del Martes Santo?

Los hermanos están interesados en la cofradía como así ha quedado demostrado, a pesar de que el día no acompañó, porque hacía mucha calor, y hay mucha gente que está de vacaciones fuera de Málaga y no pudo ir a votar.

¿Cómo piensa manejar la situación en una cofradía claramente divida?

Es verdad que está dividida. Así que tanto yo como el resto de la candidatura que me acompaña tenemos claro que lo primero que hay que hacer es trabajar para unir. Los 228 votos de Joaquín hay que convertirlos en votos útiles para la cofradía. En la Estrella somos los que somos.

¿A qué se debe esta fractura? ¿Por ideas o por las personas?

Hay diferentes formas de pensar lo que tiene que ser la hermandad. Venimos de una junta de gobierno en la que hemos estado once años juntos, pero en su momento dimos un paso atrás porque no compartíamos muchas cosas que se hacían, ni en la vida diaria de la cofradía ni en la procesión. Eso de levantar a pulso por levantar no me gusta. Me gustan los pulsos, pero con orden y en momentos muy determinados.

¿Cree que le resultará fácil?

Sé que nos esperan unos cabildos duros, porque conozco la forma que tienen de trabajar y cómo actúan. Pero esa es nuestra responsabilidad: facilitar la unidad.

¿Es consciente de que muchos cofrades, sin ser hermanos de la Estrella, confían en usted para que cambie la cofradía? ¿No se siente presionado?

No me pesa. Al contrario. Eso me agrada y me hace sentir más fuerte y más respaldado. Si las votaciones se hubieran abierto a los cofrades malagueños, habríamos ganado de calle. Y como soy tan testarudo, esto me hará trabajar más y mejor para que mi hermandad esté en lo más alto. No me asusta esa presión. Vamos a cambiar seguro, pero con nuestra idiosincrasia, nuestro estilo y nuestro malagueñismo.

¿Qué es lo primero que van a ver los cofrades que va a cambiar el próximo Martes Santo?

Lo primero es que queremos volver a salir de Santo Domingo, aunque nos seguiremos encerrando en la casa hermandad. Desde nuestro templo la procesión sale montada. Es más elegante y tiene más sentido. Pero es algo que tienen que decidir los hermanos, y se lo preguntaremos en cabildo. La procesión tendrá más seriedad en la calle. Tenemos dos titulares con personalidad propia que así se lo merecen. Dos imágenes muy queridas en Málaga que estaban perdiendo devoción porque esto se había convertido en una peña. Y me duele mucho decirlo y reconocerlo. Pero eso mismo ha sido lo que me ha hecho dar este paso adelante.

¿Cuáles son las prioridades patrimoniales que se plantea?

Continuar con la restauración del trono de la Virgen, que está muy mal, y el grupo escultórico del Cristo. Ya tenemos un proyecto de José María Ruiz Montes.