La situación de crisis que vive el país nos deja unos datos desoladores y el índice de miseria de la provincia de Málaga se sitúa en el 36,5 por ciento, lo que significa que muchas familias no pueden hacer frente a las necesidades básicas. Es en este punto donde entran ONG como la Organización Social de Acción Humanitaria (OSAH), que ayer repartió 7.360 kilos de comida entre un total de 420 familias de la capital de la Costa del Sol. Pero no es suficiente.

Los alimentos, que proceden del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), se han visto disminuidos a tan sólo un tercio desde la última entrega, que tuvo lugar en marzo y contó con 26.000 kilos de comida. Una situación que el presidente de OSAH, Antonio Paneque, cataloga de «vergonzosa» dado que la cantidad de alimentos aportada disminuye cuando las familias que demandan esta ayuda han crecido exponencialmente.

«En el último año contamos con 100 familias más» afirma Paneque, que, además, avisa que para ser beneficiario del programa de ayuda de alimentos tienen que entrar en «un registro que asegure que necesitan la atención» que se crea coordinadamente con los servicios sociales, por lo que no hay familias en esta lista que no lo necesiten.

Pero el problema no se queda en la disminución de la cantidad, también mengua la calidad de la dieta y en este reparto sólo contaron con galletas, leche, macarrones y caldo. «Echamos en falta más alimentos que complementen una dieta equilibrada como azúcar, legumbres o pasta, entre otros», recuerda el presidente de OSAH, que asegura que las excusas que recibió por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente tenían que ver con un «cambio de menú, además de no haber cerrado los convenios con sus nuevos proveedores» y que en el próximo envío habrá más variedad de alimentos.

Una respuesta que desde OSAH esperan «que se cumpla», pero a la que no pueden esperar y añadió que, a partir del mes de septiembre, invertirán «en la compra de alimentos con fondos propios, a la vista de la disminución de las ayudas del FEGA». Una decisión que tiene que ver con las ayudas alimenticias que ofrecen, dando cobertura a familias que están por debajo del umbral de la pobreza, lo que quiere decir que no tienen ningún ingreso económico, y a otras que se encuentran en riesgo de exclusión social.

«Tenemos que reivindicar el derecho de los más necesitados y estamos luchando por el derecho de supervivencia, ni siquiera de dignidad» añade Paneque al señalar que los fondos del FEGA son de 80 millones de euros para toda España, en la que se reparten más de 8.500 entidades benéficas de toda España. Unas cifras muy inferiores a otras partidas del Gobierno central cuando «aquí hablamos de personas», sentencia.

Recaudarán dinero durante la feria

Con motivo del recorte en la partida de alimentos, la Organización Social de Acción Humanitaria invertirá fondos propios en la compra de comida para las familias más necesitadas. Para ello, todo el dinero que se recaude en la caseta que OSAH tendrá en el real de la feria de Málaga se destinará a la partida de alimentos. El objetivo es cubrir las necesidades de unas familias que han cambiado su perfil y «personas que no están acostumbradas a pedir en beneficencia tienen que hacerlo», asegura Antonio Paneque. En la actualidad, se benefician de este servicio 420 familias, cuando en los inicios de OSAH, que datan del año 2000, tan sólo 80 núcleos familiares de la ciudad se veían obligados a demandarlos. Y la cifra puede aumentar.