Cuando se retire de la política, De la Torre será recordado por muchos aspectos, pero quizá ninguno de ellos tenga en cuenta su condición más geuninamente sofística, la de contertulio imbatible. Esta vez bate su propio récord: en menos de un minuto consigue guiar la conversación hasta una de sus obsesiones, la descentraliación local. Y con independencia de la pregunta. Con fama de hombre práctico, el alcalde defiende como teórico el viejo sueño europeísta. Al estilo de Ortega y de Savinio.

Griñán ya ha dicho que se presentará a las próximas autonómicas. ¿Volverá usted a postularse como alcalde?

Ahora mismo prefiero centrarme en el presente; ya llegará el momento de plantearme esa decisión, que dependerá, como siempre digo, de la fuerza, la ilusión y el respaldo y el afecto que note en mi partido y en los ciudadanos. En cualquier caso, insisto, todavía quedan años para eso.

De momento, hace doblete. ¿Tiene dificultades para compaginar las responsabilidades municipales con las del Senado?

Al contrario. Incluso me pregunto si no hubiera sido bueno hacerlo antes. Siempre he sido de los que piensan aquello de una persona para cada tarea, pero el Senado te permite tener un contacto continuo con el Gobierno, lo cual resulta muy útil. Otra cosa es que el Senado, en tanto que cámara territorial, necesita una reforma y eso está muy relacionado con un tema del que he hablado muchas veces, la descentralización local, que todavía queda por hacer. Ese ha sido un error histórico, el de no trasladar competencias desde las autonomías al ámbito local, que es lo que sugiere Europa. En este sentido, he echado en falta alguna voz en el Senada con una visión nacional, especialmente en las autonomías, que es donde se tenían que haber hecho los cambios.

El Guadalmedina, las obras del metro...En Málaga da la sensación de que la actualidad es siempre y tozudamente la misma. ¿No se siente frustrado?

No creo que estemos en el mismo punto. En todos esos proyectos se ha avanzado, si bien en el caso del metro de un modo mucho más lento del que se pensaba. Sobre todo, después de que se dijera aquello del 11 del del 11 del 11; ahora estamos hablando de 2013 y de un recorrido, además, menos ambicioso. Ha habido atrasos, pero también se ha cometido un error político muy grave, que es el tener una concesión privada para el desarrollo de la construcción. Entiendo que la concesión privada es útil para la gestión, pero las obras debían haberse hecho mediante la inversión pública. Hay una diferencia entre lo previsto del coste y la realidad del coste. Y con una concesión privada de por medio eso crea una distorsión enorme.

La Junta justifica los cambios en el trazado en las restricciones presupuestarias de estos tiempos...

Es cierto que hay menos dinero, pero también que la Junta ha mantenido en esta materia una línea clarísima de no transparencia, de desinformación y yo diría, incluso, que de engaño. La nueva consejera dijo el otro día, lo que me llamó mucho la atención, que se había encontrado un metro paralizado, pero no de ahora, sino de hace mucho tiempo, dando a entender que estaba señalando a los gestores anteriores. El mensaje que se lanzaba en Málaga antes de las elecciones era que el metro se iba a poner en marcha y, además, sin dificultades. Da la impresión de que se quiso crear una expectativa con la previsión de que el que entrara en el Gobierno de la Junta se encontrara con una situación muy distinta y lo tuviera difícil. Se ha utilizado, en definitiva, al metro como instrumento de desgate político en la hipótesis de que iba a ser el PP el que ganara las elecciones. Y los hechos me dan la razón, el proyecto se encuentra con menos recursos.

Supongo que la crisis también influye...

Sí, pero estamos hablando también de algo que no tiene nada que ver con la crisis, de un empeño y de un error político; en esa misma fecha se estaba poniendo en marcha una operación por 1.000 millones de euros para unir a Antequera con Sevilla. Simplemente por capricho de la Junta, porque para ir de Málaga o Granada a Sevilla sólo hace falta viajar en AVE hacia Córdoba y desviarse por Almodóvar del Río, que era lo razonable. Sentido común, manejo inteligente de los recursos, todo eso echado a perder a golpe de intuición y de centralismo político. Quizá ese dinero habría servido para hacer las obras del metro de Málaga y Sevilla.

¿Pronostica una política diferente con la nueva consejera de Fomento?

Hasta ahora no he tenido pruebas de que hayan cambiado las formas de trabajar. La información, de momento, no ha sido muy buena; nos hemos enterado de asuntos muy importantes a través de los medios de comunicación.

El PP perdió, pese a las encuestas, las elecciones autonómicas. Algunos miembros de su partido señalan directamente a la campaña y a Arenas...

La campaña se hizo correctamente y, además, no creo que un resultado electoral sea heredero de una campaña. Lo de Arenas fue un trabajo muy largo y exigido y tiene un gran valor; nunca he visto a un líder que haya trabajado tanto en recorrerse Andalucía. No hay que olvidar que las elecciones se ganaron, fueron un éxito, si bien es cierto que, por la alianza de PSOE e IU, no se cumplieron las expectativas. A Andalucía le hubiera venido muy bien el cambio; en 30 años de gobierno socialista se han perdido muchas oportunidades. Ciertamente con la crisis es difícil gobernar, pero se habría creado una perspectiva más estimulante para la iniciativa privada, que es la clave. Un gobierno del PP, de centroderecha, es más estimulante para la inversión privada que uno de centroizquierda, crea un marco de confianza mucho mayor. Y lo que hace falta en esta tierra es más emprendimiento, más vocación empresarial.

Me temo, alcalde, que corren malos tiempos para la lírica...

Precisamente por eso no hay otro remedio que pensar en ello, en la posibilidad de emprender y de exportar. Nosotros estamos apostando precisamente por la tecnología y la innovación y el turismo cultural, que ha crecido mucho. Tenemos un país muy condicionado por la deuda pública, que es una losa, pero debemos optar por esa vía. Detrás de la situación económica hay de fondo un fallo europeo, porque cuando se hace la unión monetaria no se ponen los medios para que el proceso no desemboque en situaciones como la actual, con unos países que van muy bien y con una deuda pública poco costosa y otros, como España, que están empeorando su imagen. No se ha hecho una política eficiente de convergencia fiscal ni en materia de productividad y competitividad. La unión era también una unión política, se debía haber cedido soberanía nacional a la soberanía europea. Quizá hace mucho tiempo. Evidentemente también existen otros factores, como la dependencia inmobiliaria, que es excesiva.

Se especula mucho sobre los próximos presupuestos municipales. ¿Habrá recortes drásticos en la administración?

Todavía estamos en pleno análisis. Lo que sí puedo decirle es que haremos un presupuesto necesario y posible; necesario para todas las cosas que hay que hacer y posible por las limitaciones. Las medidas que se adopten no afectarán a gastos prioritarios como la política social y de empleo. Luego hay gastos en líneas estratégicas como la innovación, o la cultura que trataremos de ajustar lo menos posible.

Al líder nacional de su partido no le ha ido muy bien con los recortes. La Costa del Sol está muy enojada con la subida del IVA turístico...

No es grato que suban los impuestos a las gente. Esa subida hay que entenderla en un contexto con poco margen de maniobra, de rescate financiero. El Gobierno se ha resistido mucho a adoptarla; recordemos que en diciembre, a pesar de lo que pedía Europa, apostó por gravar a los que más ganan, lo que era un planteamiento muy medido y con mucho contenido social, con los costes que eso tiene para un partido de centroderecha. El anterior Ejecutivo no sólo se equivocó en no tomar las medidas a tiempo, sino también en su política financiera; en este concierto se ofrece ayuda, pero a la vez se exige hacer cosas para que el déficit se aminore.

¿Aunque eso detraiga la economía?

Paradójicamente es así. Son medidas que afectan al consumo, pero la solución de estos temas al final es más economía competitiva y exportadora del IVA. Si las empresas creen que pueden perder competitividad quizá no deberían repercutir el impuesto, se tiene que buscar la vía para vender calidad y calidad. Ahora, ¿es eso lo que están planteando los sindicatos y la oposición? ¿O coger la pancarta y salir a la calle? Creo que hace falta una reflexión.

Juan Ignacio Zoido ha relevado a Arenas al frente del PP en Andalucía. ¿Es el mejor candidato posible para los próximos comicios?

Creo que es un gran candidato, aunque también, evidentemente, puede haber otros. Zoido acaba de llegar a la dirección del partido y tiene su impronta como alcalde, lo cual es lógico, porque siempre ha estado más ligado a la política municipal. El tiempo, no obstante, irá dándole una pátina más de líder regional y una condición más sólida de candidato. Su esquema de prioridades, sus compromisos irán girando hacia una visión más regional.

¿Lo dice por su defensa del estatuto de capitalidad para Sevilla?

Esa es una petición que como alcalde de Sevilla entiendo que hiciera, igual que también lo hizo su predecesor. Ni a uno ni a otro, en este tema, le he dado nunca la razón y no por una noción localista, sino de una Andalucía equilibrada a nivel regional. Creo que este tipo de políticas nos perjudicaría a todas las ciudades, incluida Se villa; lo que ocurre es que allí existe la compensación de la Junta con su centralismo y con más de 50.000 funcionarios consumiendo en el entorno. No se pueden añadir ventajas a más ventajas.

Imagino que no para los sevillanos..

Cuando vives como líder en un territorio tienes que evitar que te vean como ventajista; el líder no es el que aprovecha la ventaja, sino el que está dispuesto a dar la vida por el grupo, a trabajar codo con codo. De lo contrario están sentando las bases para que alguien diga que no quiere ese liderazgo y se marche.

¿Se puede alcanzar ese extremo?

Puede existir, si tensas la cuerda, con un centralismo absurdo y le añades un nuevo agravio...Esta autonomía no es sinceramente ni la que soñé ni la que se puso en marcha en 1981. Para este viaje no se necesitan alforjas, se lo digo así de claro.

Los políticos han caído en descrédito. ¿A qué lo achaca?

Los partidos deben siempre procurar que asciendan en responsabilidades los que tengan más claro que la política es el bien común. No es por criticar el pasado, pero quizá, en los municipios de la Costa del Sol se debía haber apostado en su momento por candidatos con las ideas más claras; se trata de territorios con mucha tensión urbanística y ganas de crecer y eso requería un perfil más sólido. Quizá eso habría evitado el ascenso de fenómenos tan nefastos como el de Jesús Gil, que dejó una herencia horrible, difícil incluso para una alcaldesa excepcional como Ángeles Muñoz. Los partidos deberían haber buscado en esos casos gente de primerísimo orden. Con Pedro Aparicio, por ejemplo, no estoy de acuerdo en todo, pero nadie puede negar que era un candidato hecho y con preparación; en Marbella se debía haber buscado algo similar.

La Junta ha anunciado que no asumirá los compromisos de déficit del Gobierno de Rajoy. ¿Habrá consecuencias económicas?

En esa tema hay que tener muy claro algo en lo que coinciden todos los informes y es que buena parte del déficit público del país obedece a la mala gestión de las autonomías; con esa premisa no se puede decir que si cumples un compromiso pones en riesgo una prestación o un servicio, porque lo primero que se debe hacer es saber por qué se hizo durante estos años un aumento innecesario de la plantilla o se adoptó una política corrupta como la de los ERE. Tenemos que tener en cuenta que cuando el Gobierno se endeuda lo hace para atender las necesidades de todos.

Una última pregunta: ¿alguna novedad con los proyectos culturales de la esquina del Astoria y del edificio del muelle 1?

Lo primero que debemos señalar es lo importante que es para una ciudad haber logrado incorporar en su activo cultural edificios tan singulares como esos. El contenido llegará, por supuesto, y estamos trabajando en muchas direcciones. Será más rápido en el edificio del muelle 1, aunque todavía falta que se complete el proceso de cesión del edificio. No me parece prudente desvelar los contactos. Pero se completará. Y dentro de esta legislatura.