La Junta de Andalucía ha tardado cuatro meses en definir su estructura en la provincia de Málaga, nombrando a los delegados provinciales que serán los interlocutores ante los ayuntamientos y ciudadanos. Este paso permitirá que, a partir de septiembre, cuando se retome el pulso político y de gestión, se empiece a perfilar el futuro de más de una decena de proyectos pendientes en la provincia. Sobre la mesa está decidir qué va a pasar con más de 1.400 millones de euros de inversión comprometida y que peligran por los recortes en el presupuesto.

No todos los proyectos que la Junta de Andalucía lleva prometiendo desde hace años tienen la misma prioridad, pero eso parece importar poco cuando apenas hay dinero para mantener en marcha las obras que ya están comenzadas. El ejemplo es la construcción del metro, que durante años ha sido una prioridad autonómica y todavía hoy se defiende como un compromiso irrenunciable.

Sin embargo, la Consejería de Fomento ha tenido que retrasar, otra vez, la fecha de su inauguración parcial, que se hará a lo largo de 2013, sin especificar el mes. Además, la construcción del tramo que llevaría el metro al Centro y que es clave para la rentabilidad de la red, está sin fecha de inicio. Los 115 millones de euros en los que está presupuestado parecen demasiados para unas arcas autonómicas que están vacías. Sólo esta inversión representa un tercio del dinero que dispone actualmente la Consejería de Fomento para toda Andalucía.

Las carencias financieras y los recortes están afectando especialmente a esta Consejería, que hace cuatro años era la más inversora de la Junta. Hoy suma una larga lista de obras pendientes, entre las que destaca, además del metro, la terminación del vial distribuidor para conectar Alhaurín con los polígonos y la hiperronda; la comprometida reurbanización de la avenida Velázquez con un presupuesto de 40 millones de euros; la peatonalización de la Alameda aprovechando la obra del metro en el Centro; y el gran parque en Arraijanal.

Otras consejerías. Todas estas actuaciones se comprometieron en años de buena marcha económica y ahora están en duda. Pero los problemas no sólo afectan a la Consejería de Fomento. Medio Ambiente debe completar el demandado saneamiento integral de la Costa del Sol, que la Unión Europea exige que esté terminado para 2015 y que sigue ofreciendo importantes lagunas por la falta de ejecución de las infraestructuras mínimas.

El cálculo del Foro de Seguimiento del Saneamiento Integral eleva a 520 millones de euros las necesidades de la provincia para evitar los vertidos contaminantes al mar. Esta cifra, visto el nivel de recortes actuales de la Junta, hace casi imposible cumplir el plazo exigido por la UE.

Respecto a las infraestructuras sanitaria, queda por completar el Centro Hospitalario de Alta Resolución de Especialidades (CHARE) Guadalhorce, que sigue retrasando las obras últimas actuaciones y la dotación de material y personal para su apertura.

De lo que apenas se sabe nada es del famoso macrohospital, gran apuesta de la Junta de Andalucía para cortar el debate del tercer hospital y con un coste aproximado de 600 millones de euros. Sin embargo, apenas se sabe nada de este proyecto, del que no hay ni un plano ni estudio en profundidad.

Más avanzado está el proyecto del auditorio de música, que está redactado, revisado y con todo listo para licitar las obras, presupuestadas en unos 100 millones de euros. Sin embargo, este proyecto, financiado a tres partes por la Junta, el Gobierno y el Ayuntamiento de Málaga, no acaba de encontrar el respaldo presupuestario necesario. Se ha planteado la entrada de socios privados que aseguren su ejecución, pero todavía no hay nada previsto.

Educación es la que presenta menos actuaciones pendientes en infraestructuras, con apenas tres centros por construir en Rincón de la Victoria, Marbella y Málaga (en Teatinos). Sus problemas vienen por el recorte en interinos, aumento de la ratio y dotación de material.