­Es un impresión preocupante que llama la atención sobre el hecho de que algo se está haciendo mal en los colegios y los institutos. O eso al menos piensan los expertos de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género de Málaga (UVIVG), que alertan de un preocupante aumento de casos de maltrato entre mujeres cada vez más jóvenes y que incluso muestran características similares a las de otras víctimas adultas o ancianas que han sido objeto de violencia machista durante décadas.

«Vemos últimamente una alta incidencia en mujeres jóvenes: antes, el mayor tramo de maltrato se concentraba en mujeres de entre 30 y 50 años, pero ahora se ha desplazado a una horquilla de entre 18 y 40 años», explica José Machuca, coordinador provincial de Violencia de Género. Los cuatro equipos de la UVIVG dependen del Instituto de Medicina Legal (IML), dirigido por José Caba.

Para reforzar su impresión ofrece un dato en base a un estudio elaborado sobre una muestra de dos centenares de casos efectuado en 2011: el 55% de los expedientes analizados son relativos a mujeres maltratadas de entre 18 y 39 años. El resto pertenece a mujeres de otra edad.

Pero no se trata únicamente de violencia física o psíquica, sino de que estas chicas, algunas menores, presentan «características similares a las de mujeres adultas» que han sido maltratadas durante años o décadas por sus maridos o parejas, explica la psicóloga Ana Mercedes Sánchez de las Matas, experta en Violencia de Género y miembro de esta unidad cuyo fin es realizar informes de asesoramiento técnico desde una triple perspectiva: forense, psicológica y de las circunstancias sociales de la víctima -lo que hace un trabajador social-.

Esos informes completos se remiten luego a los juzgados de violencia de género, cuyos titulares los valora y deciden en consecuencia. En el 55% de los casos que les llegan cada año a los cuatro equipos que trabajan en Málaga con estos casos se aprecian indicadores de maltrato. Porque los profesionales de estas unidades valoran, desde una perspectiva integral, a la víctima, y al agresor.

«Las chicas presentan patrones similares a los de señoras mayores, amas de casa que llevan años haciendo lo que les dice el marido», precisa Sánchez: «No creen en sí mismas, vienen de situaciones familiares y de amigos en las que no han recibido mucho cariño; sus padres han estado entregados por entero a sus trabajos, y son chicas muy solas, con muchas carencias afectivas, que se enganchan del primero que les hace caso».

Son manipuladas, sus novios controlas sus mensajes de móvil, las fotos o el correo electrónico; incluso les realizan chantajes afectivos, les indican cómo vestir. «La chica tolera a cambio de afecto», indica.

Machuca asegura, por su parte, que muchas veces lo que precipita el maltrato es que el joven consume sustancias estupefacientes, sobre todo hachís y alcohol. «Tolera situaciones machistas que hemos visto más en mujeres mayores», subraya.

Las jóvenes ocultan lo que ocurre a su entorno, y muchas veces son los padres, o sus amigas, con las que han perdido todo contacto, las que denuncian, o se lo dicen a los progenitores. «El problema es que muchas llegan al juicio y niegan el maltrato. Se te cae el alma al suelo, después de seis meses de un proceso, con un informe completo, y lo que vale es lo que diga en el juicio. Se niegan a declarar y el trabajo hecho no sirve de nada», precisa el médico.

La psicóloga asegura que han detectado incluso que sus novios las dejan embarazadas para «dominar a través del rol sexual», explica Sánchez de las Matas. «Hemos visto cómo han tomado pastillas del días después varias veces, o vienen embarazadas de tres meses», precisa la psicóloga.

Lo que hacen estas unidades es valorar integralmente a las víctimas de malos tratos; luego, son derivadas al Servicio de Atención a las Víctimas de Andalucía (SAVA) para ser tratadas, aunque hay mujeres fuertes que sacan la motivación de sus proyectos y familias para salir adelante. Aunque, lo tienen claro: lo esencial es la educación en primaria, para que todos sepan qué es la igualdad real.

La UVIVG de Málaga ha atendido a 704 personas en el primer semestre de 2012. La UVIVG de Málaga ha atendido, entre enero y junio de 2012, a 704 personas, de las que 284 han sido mujeres, 223 presuntos agresores y 197 menores. Este equipo multidisciplinar ha llevado a cabo 319 estudios, 165 elaborados por psicólogos y 154 por trabajadores sociales. Las UVIVG, integradas en los institutos de medicina legal de la Consejería de Justicia e Interior tiene en la comunidad autónoma, representan un sistema pionero en el territorio nacional para la valoración especializada y global de la violencia de género. Personal médico forense, psicólogos y trabajadores sociales, integran las UVIVG que, con carácter técnico, realizan un estudio global e la situación de violencia requerido por los órganos judiciales. La valoración supone el análisis de la mujer, del agresor y de los menores expuestos a la violencia con el objetivo de determinar las consecuencias de las agresiones más allá del plano físico y psíquico. A dicho análisis se suma el estudio de los roles e interacciones de las personas implicadas para lo que es necesario que la exposición a la violencia de mujeres y niños haya sido intensa y prolongada. Los informes incluyen por tanto la valoración integral de los efectos de la violencia física, psíquica y sexual en las mujeres víctimas de la violencia de género, la determinación de los efectos de la exposición a la violencia y de las agresiones sufridas por los menores.