El gran almacén de Bancosol, en el polígono industrial Trévenez, apenas si deja un estrecho pasillo para poder pasar y cargar y descargar la mercancía. El espacio está completamente lleno de solidaridad. Toneladas, en forma de alimentos, que han superado las mejores previsiones de los organizadores de la Gran Recogida, que tuvo lugar el pasado fin de semana en 230 supermercados de la provincia. Málaga se ha volcado en este llamamiento, un SOS para que las 55.000 personas que comen a diario gracias a la acción de esta organización puedan tener un plato de comida, al menos, hasta el próximo mes de mayo.

Javier Peña, presidente de Bancosol en Málaga, calcula que esta ONG ha podido recaudar más de 250.000 kilos de comida. Se trata de una estimación, al computar los contenedores y los kilos que puede incluir cada uno de ellos. De hecho, como explica, ahora es el momento de clasificar los productos. «En una semana esperamos tener el detalle y podremos dar la cifra total de kilos de alimentos recibidos con la Gran Recogida», explica Peña.

En todo caso, es mucho más de lo que se adivinaba en un principio. «Hablábamos de 150.000 kilos como algo que ya era importante y difícil de conseguir», reconoce el presidente de Bancosol.

Sin embargo, desde que se abrieron las puertas de los supermercados adheridos a esta campaña, se sabía que los pronósticos iban a quedarse cortos. En un sólo día, pese a la lluvia y el frío del pasado viernes, los más de 1.500 voluntarios de la Gran Recogida de Alimentos sumaron ya más de 80.000 kilos de comida (50.000 sólo hasta las 16.00 horas). En muchos casos, los dos contenedores que habían llevado a cada supermercado se habían llenado a las primeras de cambio, y se seguían acumulando alimentos en carritos de la compra o cajas supletorias.

Un primer vistazo a los contenedores tampoco permite saber cuál ha sido el producto estrella de la Gran Recogida de Alimentos de Bancosol, celebrada entre el pasado viernes y el sábado. «Cualquier cosa que digamos sería mentir porque de verdad que no sabemos si han sido más legumbres o más conservas de pescado», señala Rafael Salcedo, el coordinador de captación de alimentos de esta ONG, y que ayer se encontraba en la sede de Bancosol.

El objetivo, por tanto, se ha cumplido. Y de sobra. Con esta campaña, Bancosol pretendía dar respuesta a las urgencias alimentarias de las familias más necesitadas de la provincia. 1.500 familias en total, unas 55.000 personas, según Javier Peña. Estas personas son atendidas a través de 230 entidades benéficas, que son las encargadas, en última instancia, de repartir estos alimentos, siguiendo un riguroso proceso de identificación y de seguimiento de cada caso, y en función de las necesidades de las familias solicitantes de esta ayuda.

Salcedo también indicó que una vez concluya el proceso de recepción, clasificación e identificación de los productos (leche, aceite, arroz, pasta, conservas, legumbres o alimentos infantiles) se comenzará el reparto por estas asociaciones, «porque Bancosol va a seguir usando los mismos canales de siempre, ya que no distribuimos directamente a las personas necesitadas», precisó el coordinador de captación de alimentos.