A los Reyes Magos este año no les salen las cuentas. La falta de solvencia económica es el principal enemigo con el que combaten estas navidades para hacer frente al derroche propio de la época, pero cuando no hay, no hay. Si solo fuera cambiar el jamón serrano por algo más económico, todavía sería sencillo pero la ecuación no es tan simple.

Los niños esperan este momento como agua de mayo y la noche del 5 de enero está próxima para ver la ilusión en sus rostros. El momento actual no entiende de edades y los regalos de los más pequeños de la casa se ven en peligro en cientos de hogares malagueños. Por ello, los padres piden más ayuda que nunca a organizaciones y asociaciones para que el día de Reyes todos tengan un regalo que abrir.

Es el caso de la Asociación Amigos malagueños de familias rehabilitadas y marginadas (Amfremar) de El Palo. La crisis ha hecho que se cuadripliquen los niños a los que atender por esta razón. Por el momento tienen un total de 68 niños a los que preparar sus regalos, pero el presidente de Amfremar, Fernando Gutiérrez, asegura que como todavía quedan días hasta llegar a la fecha, posiblemente alcancen el centenar de niños que atender sin problema. Para la ocasión preparan en su sede una pequeña fiesta a la que asisten los propios Reyes Magos, que dan los regalos en persona a los niños. Pero detrás de ese esperado momento hay muchas horas de trabajo y sacrificio que finalizan con la sonrisa del pequeño.

«Supone un gran esfuerzo para todos pero cuando vemos la sonrisa de un niño se recompensa lo hecho», añade Gutiérrez. En cuanto al perfil de las familias que les visitan para ver si pueden ayudarles, el presidente de Amfremar lamenta que «por desgracia» cada vez son más las personas pertenecientes a la clase media que lo están pasando mal en este momento.

Aunque no tienen una campaña de recogida de juguetes específicos de cara a la Navidad, en la Asociación Social de Acción Humanitaria(OSAH) de Málaga recogen todo el año este tipo de artículos a través de sus contenedores, además de zapatos y ropa, y es ahora cuando más solicitan que se les entreguen. Si antes atendían a 140 familias, en dos años y medio han pasado a tener 500, sin contar aquellas personas que no forman parte de su base de datos pero también acuden a ellos. Peluches, bicicletas, puzzles, todo vale mientras esté en buen estado, según explica el presidente de la organización, Antonio Paneque. El 80 por ciento de lo donado está incompleto o roto pero lo que esté en buen estado se guarda. Todos los juguetes están en una nave que tienen en el polígono San Rafael a la espera de tener nuevos dueños en cuestión de días.

La asociación Lagunillas es otra de las que estos días trabaja para los más pequeños. Con una lista de unos 70 niños aproximadamente que han solicitado su ayuda, las familias tienen que pasar los filtros correspondientes para verificar su situación. Al igual que el resto de organizaciones, el presidente de la de Lagunillas, Francisco López, asegura que la campaña no va «nada» bien. Hasta el momento no tienen juguetes que ofrecerles a las familias. La falta de donaciones por parte de los ciudadanos e incluso de las empresas que trabajan con este tipo de artículos hacen que este joven vea muy oscura esta Navidad. Aun así, continuará llamando a todo aquel que pueda darle algo para ofrecer de cara a la noche mágica.

La labor por parte de las cofradías estos días es fundamental ya que trabajan estrechamente con Cáritas Diocesana a través de las parroquias. Una de ellas es la archicofradía Dolores de San Juan, que recibe las cartas de los pequeños para comprar el juguete y la prenda o zapatos, según necesidades, que piden los propios niños. Una forma de ayudar a las familias y que los hermanos de la institución religiosa entiendan el sentido de compartir, según indica Pedro Merino, el responsable de la vocalía de caridad de la archicofradía de los Dolores de San Juan. Más de 140 familias son las seleccionadas por las hermanas de la Cruz y Cáritas de la parroquia para que sus hijos reciban los regalos este año. La selección atiende a ciertos criterios ya que no pueden atender a todo el mundo y el cartel de que no pueden atender a nadie que no pertenezca a la feligresía han tenido que colgarlo, según lamenta. Desde hace 18 años organizan esta batida, que ha visto poco a poco como aumenta el número de niños a los que atender y que el año pasado supuso un gasto superior a los 10.000 euros, según Merino. Con un acto en la propia iglesia el día seis, los niños reciben los juguetes de la mano de los mismos Reyes Magos.

El director de Cáritas, Francisco Sánchez, declara que ellos no tienen una campaña de recogida de juguetes pero actúan de manera conjunta con las cofradías. Hace cinco o seis años este fenómeno se daba entre inmigrantes mayoritariamente pero ahora alcanza a todos los estratos sociales, siendo la clase media uno de los más perjudicados.

Solo queda esperar que el deseado día los Reyes hayan logrado superar todos los contratiempos aunque sea con esfuerzo y los pequeños tengan su gran día.

La clase media, los nuevos demandantes. El perfil de las familias que cada año por esta época se acercan a las asociaciones o cofradías para solicitar ayuda de cara a los gastos que suponen los regalos para los niños ha cambiado con respecto a etapas anteriores. Si antes era más común que familias inmigrantes o excluidas socialmente fueran las protagonistas de este problema, cada vez se amplían más a las pertenecientes a la clase media. Personas que se han quedado en paro o que han perdido su vivienda y no pueden afrontar los gastos o cubrir necesidades básicas son las que ahora llaman a las puertas de estos colectivos para solicitar sus ayudas. «Se ha democratizado este problema», explica el director de Cáritas, Francisco Sánchez, a lo que añade que el 13 por ciento de los que vienen a pedir a la iglesia son familias nuevas que nunca antes habían tenido que solicitar este tipo de ayudas.

Todas las organizaciones coinciden en que el número de personas que solicitan estas ayudas aumenta cada año más.

Muñecas, tabletas, juguetes tradicionales y accesorios de series. Muchos niños ya han hecho la carta de este año para los Reyes Magos y Papá Noel y éstos deberán darse prisa en adquirir los artículos si no quieren que se agoten, ya que una inmensa mayoría coincide en los productos pedidos de cara a las dos noches mágicas del año.

Las niñas lo tienen claro desde hace tiempo y las muñecas Monster High son una de sus peticiones más repetidas. Desde que este grupo de muñecas se hicieron populares, miles de niñas sueñan con adquirir una de ellas.

Los accesorios del grupo Clan Televisión también sin indiscutibles estas fiestas. Todos los artículos relacionados con los dibujos animados de la cadena pública televisiva son aclamados por los más pequeños. Dora la exploradora, Bob Esponja o Dino Tren son algunos de ellos, aunque este año Peppa Pig es la estrella por excelencia. Esta cerdita de color rosa se ha hecho la reina de las series de dibujos entre los más pequeños y todos quieren tener algo. Además, de los juguetes, los niños también piden artículos de tecnología y este año las tabletas son lo más demandado, aunque son preferibles aquellas de sus personajes favoritos de las series televisivas.Los Playmobil o los Scaletrix son clásicos que nunca fallan por estas fechas y que los niños piden. Juguetes que no atienden a modas ni series televisivas y que siempre son bien recibidos por los más pequeños de la casa.

La tecnología, las muñecas, los accesorios con los personajes televisivos del momento y los juguetes tradicionales del año son las cosas que tendrán que llenar este año los sacos de los Reyes y de Papá Noel.