Los agricultores vuelven a vigilar sus campos y a tirar de seguridad privada ante una nueva oleada de robos que está sacudiendo la provincia. En los últimos diez días, la Asociación de Jóvenes Agricultores de Málaga (Asaja) ha recibido decenas de avisos con botines muy cuantiosos que ya superan los 15.000 kilos de aceitunas, una treintena de fardos y el último, en la Axarquía el pasado jueves con 2.000 kilos de aguacates, uno de los productos más codiciados ahora por los cacos, e igual ocurre en el Guadalhorce.

«La oficina de Asaja en Vélez Málaga ha recibido aviso de varios agricultores que están advirtiendo de un repunte en los robos. Y así se lo hemos comunicado a la Policía Local, que mantiene un contacto continuo con los agricultores de la zona, incluso hay una pareja destinada a la vigilancia a las explotaciones.», comenta el responsable de Asaja en el municipio, Benjamín Faulí.

Más vigilancia. Es la demanda generalizada que hacen los profesionales del campo conscientes de que las oleadas se repiten año tras año en cada campaña. Carlos Blázquez, presidente de Asaja Málaga, reconoce además medidas de colaboración como la de Vélez Málaga porque asegura que los efectos disuasorios de estas medidas son tremendamente eficaces y pide que se extienda a otros municipios. «A veces los agricultores se sienten muy desprotegidos y medidas como estas son muy importantes para nosotros. Entendemos que vigilar el campo en su totalidad es harto complicado, pero sí se pueden adoptar una serie de medidas efectivas que amortigüen el efecto de los robos», asegura Blázquez.

Pero tal y como comenta la Policía de Vélez Málaga, y así lo traslada Asaja, es fundamental que los agricultores denuncien los robos. «Todos, por pequeños que estos sean, ya que el Ministerio de Interior se basa en unas estadísticas para elaborar su plan de trabajo y es necesario que consten todos los incidentes que se producen», asiente Blázquez.

En ese sentido, Asaja Málaga pide a los consumidores que no compren verdura robada. En el caso de la alcachofa, otro de los productos que atrae de manera considerable a los ladrones por estas fechas, es fácilmente reconocible: los ladrones, con las prisas, suelen degollar la alcachofa, es decir, apenas le dejan palo.

Por otro lado, Asaja y los propios agricultores reconocen que se debe castigar económicamente de manera tajante a aquellos que venden productos robados. «Vigilar los puntos de venta y aunque es laborioso, modificar el Código Penal para que la reincidencia sea un agravante porque en muchos casos los que roban son los mismos todos los días», añade Blázquez.

Blázquez asegura que pedirá una nueva reunión con la Subdelegación del Gobierno para trasladarle el problema y ver si hay posibilidad de contar de nuevo con la cuadrilla de la Guardia Civil que ya vigiló los campos en una ocasión el pasado año durante una temporada ante el aumento de hurtos en los campos de la comarca de Antequera.

Robos continuos

Precisamente, los robos de aceitunas siguen siendo también muy frecuentes en esta zona del interior de la provincia. «Como se recordará, la campaña de este año se prevé muy corta, de hecho, en algunas zonas ya está llegando a su fin, pero el fruto se está cotizando más que en campañas anteriores debido a esa escasez, lo que está generando un incremento importante de robos en la zona», explica el técnico de olivar de Asaja Málaga, Baldomero Bellido.

A estas circunstancia, añade, habría que sumarle que la campaña de aceituna ya ha terminado en zonas cercanas, como Sevilla, y los cacos se trasladan allí donde hay campañas en marcha y material que robar. «Así que ahora nos toca a nosotros»·, finaliza.

Las clavesColaboración con las fuerzas de seguridad

Los agricultores de Málaga piden más vigilancia para evitar los robos que azotan sus cultivos cada año, así, por ejemplo, demandan más colaboración con las fuerzas de seguridad como en Vélez Málaga, donde la Policía Local vigila las parcelas, en contacto con los propietarios.

Los agricultores piden sanciones mayores para los ladrones

Los agricultores reconocen que aunque pillen a los ladrones en ocasiones lo robado no llega a los 400 euros y sólo se considera falta, por lo que demandan penas mayores para los ladrones y vigilar el mercado negro.