Los voluntarios comienzan a poner el correspondiente vallado a las 18:30 horas. El sol es traicionero en la explanada de Santo Domingo y desde hace rato que muchos de los que vienen a recoger la cena se agolpan en los bancos y zonas protegidas por la sombra donde comparten espacio con las decenas de palomas que revolotean el lugar.

En contrapunto con esa espera que parece no terminar, el ritmo en los módulos habilitados para los Ángeles malagueños de la Noche es frenético. Más de diez personas trabajan a destajo en escasos 20 metros cuadrados para que a las 19 horas en punto todos los que están a la espera de obtener la cena comiencen a recibir su correspondiente bolsa. Un bocadillo de chorizo, salchichón o jamón york, un zumo y algo dulce es lo que cenarán esta noche cientos de personas.

Antonio Meléndez no para de atender llamadas mientras coordina a los voluntarios. Es el presidente de esta asociación desde hace cuatro años. «Hemos tenido suerte mientras veníamos de Almería con la furgoneta cargada y no nos ha parado la Guardia Civil», relata a través del teléfono.

Cada día es igual, un no parar con incesantes llamadas para ir a recoger alimentos. Murcia, Almería... No importa el destino, se trasladan a donde sea necesario ya que hay unas 2.400 personas aproximadamente a las que dar de comer a diario entre desayunos, almuerzos y cenas.

«Aquí no les pedimos los papeles, bastante tienen con lo que tienen y tener que verse en una cola para pedir algo de comer», explica Antonio. El perfil de aquellos que acuden es variado. Muchos no tienen nada y viven en la calle, otros, en cambio, se ven ahogados por los pagos y la falta de ingresos y acuden para que no les falte un plato en la mesa. Un trabajo a base de sacrificio y esfuerzo que realizan un total de 120 voluntarios para que los más machacados por el sistema tengan algo que comer.

Personas sin techo, gente sin recursos, desahuciados, parados... Los Ángeles de la Noche atienden a todo tipo de personas. Muchas de ellas no quieren hablar por vergüenza. Otras se limitan a coger lo que le dan y se van a casa donde los pequeños de la casa esperan impacientes.

«Hoy hemos almorzado porra y ¡qué rica estaba!», narra Carmen de 71 años. Viene a por la cena desde Huelin y desde hace años que acude a los Ángeles de la Noche cuando lo necesita. No sabe decir exactamente cuál es la cantidad que recibe como pensión pero entre lágrimas explica que su hija falleció con 26 años y tiene un nieto con minusvalía. No quiere salir en la foto por aquello del qué dirán pero asegura que Antonio tienen la gloria ganada.

La cabeza pensante de este proyecto mira la fila que cada vez se hace más larga y reconoce que detrás de cada uno de los que la conforman hay una historia que ha llevado a esa persona a esa situación. Miles de personas que acuden a diario y que se traducen en 1.000 barras de pan, 150 litros de leche o 65 kilos de embutido al día para echar una jornada cualquiera.

Todo el mundo reconoce la labor de los ángeles que aguardan para que nadie se acueste sin comer pero paradójicamente no reciben ninguna subvención. Solo cuentan con la solidaridad de aquellos que quieren ayudar.

Durante una hora y media se reparte la cena que a partir de la semana que viene se retrasará una hora durante todo el verano y pasará a servirse sobre las ocho de la tarde. Mientras tanto, la policía hace acto de presencia por la zona. No es raro que entre los que esperan para recoger su comida surja algún altercado y los gritos y malas formas de algunos acaparen la atención del resto.

En unos meses se trasladan a la calle San Pablo donde el Ayuntamiento les ha cedido un solar durante 35 años en el cual tendrán que levantar un edificio que tienen presupuestado en 300.000 euros y para el cual aclaman al espíritu solidario de los malagueños. «Podría pedir ayuda a algún banco o a alguna caja pero yo quiero que esto se haga entre todos los malagueños», especifica Antonio.

No hay que parar de preparar y repartir bolsas, en media hora debe estar todo el mundo más o menos atendido. Mañana a partir de las ocho de la mañana vuelven a tarea. Un café caliente y un bocata para comenzar el día que hay que preparar el multitudinario almuerzo en un rato.

Entrega de alimentos multitudinaria para los más necesitados

El pasado viernes los Ángeles de la Noche repartieron entre los malagueños 5.000 kilos de alimentos perecederos, una ayuda que aglutinó hasta mil personas para recibir algo del generoso reparto. Se trata de una iniciativa que realizan cuando tienen más alimentos de los previstos pero que, a su vez, trata de concienciar a la ciudadanía de la función que hace esta asociación para que ayuden económicamente en la creación de la nueve sede. El edificio de dos plantas se levantará en la calle San Pablo y cuenta con un presupuesto de 300.000 euros. Han habilitado una cuenta para que todos aquellos que lo deseen ingresen dinero en ella. El número de cuenta perteneciente a Unicaja es 2103 3034 41 00100 31 355.