Un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio salvó ayer a un hombre de 52 años de morir ahogado en una playa de Benalmádena. La víctima se encontraba en una zona rocosa, luchando por mantenerse a flote en el agua debido al oleaje.

El agente, de 32 años y que se encontraba fuera de servicio, vio a un hombre intentando mantenerse a flote y, ante el temor de que pudiera ahogarse o se lesionara al golpearse con las rocas, se lanzó al agua, nadando hasta donde se hallaba la víctima, la cual se encontraba ya semiinconsciente. Lo cogió y mantuvo su cabeza a flote hasta la orilla. Unos minutos después una ambulancia trasladó a la víctima al hospital de Benalmádena, donde fue atendido.

La otra víctima de ahogamiento fue una mujer de avanzada edad. La mujer fue encontrada por un agente de la Guardia Civil fuera de servicio que se percató de un cuerpo flotando en el agua del río que llega a la Playa del Castillo de Fuengirola. Tras rescatar a la víctima, se comprobó que no tenía pulso y se le practicó un masaje cardio pulmonar hasta que la mujer empezó a toser y expulsar agua por la boca. También fue trasladada al hospital momentos después.